OPINIóN
Actualizado 31/01/2016
Francisco Delgado

Una pregunta de un joven, empleado recientemente, en un grupo laboral, sobre qué se puede hacer en casos como el que le ha tocado sufrir, nos abre la posibilidad de enfocar este complejo tema del acoso, desde el punto de vista de la psicología social.

PREGUNTA

Tengo 27 años y hace menos de dos años fui contratado por una empresa de servicios, para sustituir a otro empleado, que llevaba de baja bastante tiempo. Cuando entré no tenía la menor información, como es obvio, del clima de convivencia del grupo, ni de todos los rumores y teorías que había en torno a mi contratación. Pero al cabo de pocas semanas comencé a sentir un rechazo generalizado de todo el grupo  hacia mí, sin que pudiera entender ningún motivo para que se produjera. Algunas frases dejadas a medias sobre "enchufes", "señoritos" o "espías de la dirección", me confundían más que me explicaban. Lo único que podía relacionar con estos comentarios es que accedí a este puesto porque conocía a una de las personas del "staff", que se limitó a informarme de la vacante.

Que nadie me dirija la palabra, salvo lo imprescindible para las tareas, no compartir ni los descansos, ni las bromas, no ser incluido en  ninguna convivencia informal del grupo es un martirio, que está haciendo en mí nacer dudas sobre si dejar este trabajo y despedirme o resistir este acoso hasta donde pueda. ¿Qué me aconseja? L.P.

RESPUESTA

Desde su entrada a este grupo laboral hay un importante mal entendido entre usted y el resto de compañeros. Las claves de este mal entendido que crea agresividad y rechazo contra usted por el resto, no las tiene usted. Pero sí los jefes; ellos sí saben por qué todo el grupo ha aceptado tan mal (no ha aceptado) su contratación, y en qué les perjudica a ellos. A usted le corresponde tomar la iniciativa para que se convoquen una serie de reuniones que aclaren este mal entendido: primero ha de hablar usted con su jefe inmediato o responsable, exponiendo esta situación de acoso; segundo tiene que conseguir que él u otro  representante  de la empresa convoque una reunión en la que la empresa informe de los "porqués" y "paraqués" de su contratación, sus compañeros puedan preguntar todas sus dudas sobre el tema y usted se quede tranquilo de que una vez aclarado el mal entendido, el rechazo a su persona va a finalizar.

Esta es la principal y quizás única tarea.

Si el daño emocional ha sido grave, después de resolver la situación  en su grupo de trabajo, quizás necesitaría, o le sería útil, recibir un tiempo una atención psicológica individual, que le ayude a elaborar la aceptación y superación del daño. Siempre después de que en su trabajo  haya quedado todo aclarado.

Francisco Delgado. Psicólogo.

[email protected]/* */   Tfno: 923-603348.

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