Una de las necesidades más fuertes del ser humano, es la necesidad de ser aceptado por otros, ser incluido. Para muchos, esa necesidad de aceptación puede ser el precio de su propio éxito.
Cuando tienes éxito, te conviertes en un símbolo del éxito; para algunos tu éxito sólo les recuerda sus propios fracasos y más si son testigos de tus logros. Se sienten insignificantes, porque tú representas lo que ellos no han podido lograr pero tienen la esperanza de algún día llegar a ello. El problema es que en lugar de transformar ese sentimiento para tomar acción por ellos mismos, enfocan su atención en ti para derribarte, porque es el camino más fácil, así pueden seguir postergando sus sueños.
Lo importante es ser consciente de ese momento y tomar una decisión, puedes: ignorar y continuar con tu éxito o dar un paso atrás y hacer que la situación encaje en tu entorno. Haciendo lo segundo, evades el dolor de ser rechazado pero lo que debes darte cuenta es que no progresarás a la velocidad de la que sabes que eres capaz de hacerlo.
Y tú, ¿Cuánto estas dispuesto a sacrificar por tu éxito? ¿Cuándo vas dirigir tu vida para conseguir tus sueños?