Llevaba tiempo queriendo invertir mi tiempo en ayudar a la gente, en la medida que fuese posible. Al no tener mucho tiempo libre entre las clases y el trabajo, me dividía entre querer ayudar a los demás o en formarme más allá de las clases. Y, la verdad, no sabía cómo decantarme por ninguna de las dos hasta que una pantalla consiguió unir mis dos inquietudes: Cáritas Diocesana de Salamanca buscaba voluntarios para dar voz a todo lo que genera a través de la radio. Y esa pantalla cambió mi vida. ¿Por qué? Porque esa pantalla me permitió formar parte de COPE Salamanca y poder aportar mi granito de arena para hacer llegar a la gente la importante labor que realiza Cáritas Diocesana de Salamanca.
Y hasta ese momento no era consciente de todo lo que aportaba a la comunidad y de lo importante que es ayudar a la gente en riesgo de exclusión social.
Para mi ha sido una experiencia enriquecedora a todos los niveles y animo a todo aquel que esté leyendo estas líneas a que aporte su granito de arena en ayudar a los que más lo necesitan. Lo que se recibe a cambio al hacerlo no tiene precio.
Necesito dar las gracias a Ester porque su humanidad se vio reflejada en su trabajo y creo que, hablo en nombre de todos cuando digo: gracias Cáritas Diocesana de Salamanca y gracias a los medios de comunicación que nos dais voz.