OPINIóN
Actualizado 22/01/2016
Luis Marcos del Pozo

¿Qué estamos haciendo? ¿Quién, cómo, cuándo, dónde, por qué...este mundo gira al revés ?

Hoy leyendo un diario de tirada nacional leía la carta que ha dejado escrita , Diego, el ultimo niño que se quita del medio por no poder superar la presión provocada (según parece)por unos impresentables y consentida (en ocasiones, por no poner freno , por no considerar grave lo que no se estrella en su cara) por los padres de esos monstruos andantes.

Hemos llegado a aun punto en lo que lo anormal (para lerdos y mortales, como yo) se ha convertido en normal, en "top" que diría un entrenador de fútbol que representa esta corriente de agresión verbal y a veces física y se regodea en ello.

Durante años , tanto en la docencia como en mi vida personal , he visto, sentido y a veces sufrido como niños con careta de querubines encerraban a satanás en su interior y de forma directa o teledirigiendo a los embelesados por la causa creaban situaciones de desánimo, de vejación, de desigualdad, de agresión física y sobre todo psíquica en personas normales, que ellos consideraban anómalas por no seguir sus mismos hábitos de vida.

Como decía al principio esto está tan al revés que lo lógico  se ha convertido en insolito.

Pero lo que más me duele, no es que los niños tengan ese comportamiento ( que ya me resquebraja). Lo que ya no puedo aguantar, es que los responsables de esos infantes no tomen cartas en el asunto, que consideren normal las continuas humillaciones, que la burla a sus iguales la consideren algo lleno de gracia y divertimento. O lo que quizás es más grave, que siempre tengan una exoneración para ellos, sin querer ver lo que tienen cerca de si y la infección que trasmiten a la sociedad.

No puedo entender y, prometo que una y otra vez lo intento, a que esperan los responsables para ser absolutamente inflexibles en estos casos, en su origen, no cuando solo se necesita la foto para dar condolencias estúpidas y evitables.

Perdón! si lo entiendo, evidentemente si la justicia puede condenar a una madre con cuatro hijos por hurtar para comer y no condena a los que roban para amontonar, me demuestra una y otra vez que a este mundo se le ha dado la vuelta como a un calcetín.

¿Que puedo decir de los que conocen este tipo de casos y no los abortan de forma inmediata ? Pues siendo educado: que se merecen pasar por el mismo calvario que pasa el niño  y por ende la familia del mismo; que está dejando en la cuneta al débil y se une al fuerte para rematar la historia de escarnio y ultraje.

Podría disculpar teniendo en cuenta la cantidad de escalones que hay que subir y bajar para poder tomar acciones y decisiones, podría disculpar el miedo a las reacciones de padres, a veces, incluso de la misma comunidad educativa, pero no lo puedo ni quiero disculpar.

La moral, la ética, la honestidad,la decencia, la integridad, el saber...todo absolutamente todo, nos lleva a no consentir injurias, ofensas, burlas y desprecios ni a nosotros ni por supuesto a nuestros tutorados. Y si quedamos con mano sobre mano, somos unos cobardes, unos cómodos, unas... malas personas, pues estamos consintiendo lo que no nos gustarían que nos hicieran ni a nosotros  ni a nadie  que ocupe una parte de nuestro corazón. Y seremos copartícipes de esta burla a la sociedad integral en la que tras una imagen de bondad se esconden verdaderos victimarios en esencia y despotas inherentes.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >La normalidad anormal