Rabos de pasas
Sostiene Ernesto que no hay nada como los rabos de pasas para refrescar la memoria. Él se los recomienda a los desmemoriados, para que tengan presente que los últimos años de la Historia de España es el periodo de tiempo más largo vivido en paz y sin guerras desde la ocupación romana de la Península Ibérica.
Rabos de pasas y palmaditas en la frente a los flacos de memoria, para hacerles recordar que los pasados gobiernos democráticos del bipartidismo, ahora tan denostados, han descentralizado política y administrativamente el país; fomentado la tolerancia, la solidaridad y la convivencia; integrado a España en la Unión Europea como miembro de pleno derecho; extendido la enseñanza y la sanidad a toda la población; asegurado una cobertura asistencial y económica para los más desfavorecidos; aprobado el reconocimiento legal y el respeto de las minorías; aumentado la calidad y el nivel de vida de todos los sectores sociales; afianzado cotas de libertad y autogobierno de los diversos territorios españoles como nunca se habían conocido; y herido de muerte al tradicional y rancio sectarismo.
Con estos logros llegamos a creernos que éramos una nación como cualquiera de nuestro entorno geográfico. Nos habíamos convencido con la modélica y pacífica transición política desde la dictadura a la democracia, con una Constitución de consenso entre todas las fuerzas políticas, con la reconversión industrial, con los pactos de la Moncloa? Estábamos tan seguros que el diálogo, la tolerancia, la negociación y el respeto al adversario arreglaban los conflictos, que organizamos en Madrid una Conferencia de Paz entre Israel, la Organización para la Liberación de Palestina, Siria, Líbano y Jordania.
Mas no hemos sabido escribir en bronce las conquistas políticas, económicas y sociales de estos años?, o tenemos la memoria de un grillo. Han bastado una crisis económica, un puñado de rateros, la deslealtad de los de siempre y cuatro brindis al sol, para que se nos vaya el santo al cielo, se desvanezcan los logros conseguidos en una amnesia general y vuelvan los malos modos, el borrón y cuenta nueva, las descalificaciones, los trágalas, el sectarismo y la intransigencia.