Todo esto de estar vivo es complejo. Un constante debate, una guerra sin fin, un campo minado. Yo admiro mucho a gente como Jorge Bucay, Punset (e hija), Paulo Coelho?en fin esa colorista gama de especialistas en decir y convencer al personal que la felicidad es posible. Que se puede ser feliz a pesar de que el PSOE y el PP ni se miren a la cara o de que gente como Rato ande silbando por la calle. Se puede ser feliz a pesar de que (¡por fin lo han admitido!) "Hacienda somos todos", no es más que un slogan publicitario. Se me han caído los palos del sombrajo con esta declaración. ¡Y yo que me iba a comprar un BMW respondiendo a aquello de "¿Te gusta conducir"?. Vaya, resulta ahora que la publicidad no es verdad.
Todos son problemas en este valle, bien llamado, de lágrimas. Pero el personal encuentra soluciones, buscándolas andan nuestros `políticos para desenredar el nudo marinero de las componendas en que nos han metido el resultado de las elecciones. El cubo de Cubrik es un juego de estampitas en comparanza.
Mucho follón. Miren, acabo de leer la biografía de Mike Tyson y si este individuo pudo mu malamente desenredar su vida, todo es posible. Por eso les digo que admiro profundamente a estos gurús de la felicidad. Nos cuentan que no debemos ahogarnos en un vaso de agua. Como los peces. Ya, pero esta gente es que es de otra pasta. Como Gallo. Un suponer.