Tres años después de que la Junta pusiera en marcha el invento, y pese al consenso básico alcanzado al respecto entre el PP y el PSOE, la Ordenación Territorial sigue siendo una patata caliente para el gobierno de Juan Vicente Herrera. Más concretamente, el mapa de las 176 Unidades Básicas de servicios en las que se ha parcelado el territorio considerado de carácter rural.
El pasado 31 de diciembre concluía el plazo para presentar alegaciones a dicho mapa, sin que de momento se haya dado a conocer el número de ellas ni su procedencia. En dicho tramite se ha hecho presente Podemos, que ha impugnado globalmente el modelo, considerando que el mismo antepone la actual red de servicios de la Junta a unos verdaderos criterios de ordenación territorial, cuyo mapa debería corrresponderse a su juicio con el de las comarcas naturales.
Pero a la Junta le trae al pairo lo que diga Podemos, como tampoco le preocupa en absoluto lo que piense Ciudadanos, cuyo voto en este caso no es determinante, ya que la aprobación del mapa requiere mayoría de los dos tercios del pleno de las Cortes (56 procuradores), respaldo solo viable mediante la suma de los votos del PP y el PSOE.
Lo que pone de los nervios a la Junta -y más en concreto al consejero de la Presidencia y máximo promotor del invento, José Antonio de Santiago-Juárez- es la oposición expresada por determinados alcaldes del PP que no están dispuestos a tragar. Entre los ediles discrepantes se ha significado especialmente el alcalde de Béjar y diputado provincial, Alejo Riñones, quien ha abanderado la oposición no solo de su ayuntamiento sino de otros municipios de la comarca bejarana y de la Sierra de Francia.
El inmarcesible De Santiago-Juárez está convencido de que detrás de Riñones está el presidente provincial del PP y de la Diputación salmantina,Javier Iglesias; que detrás de éste está el alcalde de Salamanca y secretario autonómico del partido, Alfonso Fernández Mañueco; y que detrás de Mañueco está el presidente del PP de Zamora y vicesecretario nacional de Organización del partido, Fernando Martínez Maillo, considerado poco menos que Lucifer por el consejero de la Presidencia y por su alter ego en "L'Osservatore herreriano". Solo faltaría que el ayuntamiento de Casaseca de las Llanas, del que es alcalde el pérfido Maillo, haya presentado también alguna alegación?