Si la pluralidad se maneja con el diálogo y el consenso gana la democracia
Mis palabras de reflexión de hoy acompañan a una España más plural, que mira a un futuro diferente, con partidos nuevos y con los partidos de siempre representados con el aval de los votos de ciudadanos libres, ciudadanos que han usado su derecho en base a lo que creen que es mejor para este país, ideas diferentes y todas ellas legítimas, si esta pluralidad se maneja con el diálogo y el consenso gana la democracia.
El domingo de votaciones por primera vez mi hijo se acercó a un colegio electoral y fue él el que, con la ilusión propia de un niño, dejó la papeleta en la urna, él ha nacido y crece en democracia, y espero que lo haga en una democracia que también crece, que mejora, que sea consciente de la importancia que tiene el voto de todos, y del respeto a las distintas manera de pensar.
Los padres somos modelo para los hijos, para bien o para mal, de nuestra forma de actuar se nutren sus personalidades en crecimiento y si lo que hacemos no es coherente con lo que decimos lo que tiene más influencia en ellos son nuestros actos.
Lo mismo pasa en todos los ámbitos de la vida, y en política hay quienes hablan de diálogo pero no dialogan, hay quienes hablan de respeto y no respetan, por lo que no son buenos modelos en democracia.
Mi deseo hoy para los cuatro próximos años y todos los que vivamos en democracia, es que vivamos en una democracia coherente, los demócratas de verdad son respetuosos con los que no opinan como ellos, creen que la voz de todos es igualmente importante, y por lo tanto un demócrata es en esencia dialogante, y ese es precisamente mi deseo, vivir en una democracia de respeto y de diálogo.
Ojalá que los nuevos representantes y los que repiten hoy tras las elecciones de ayer sean un buen ejemplo para que podamos enseñarles a nuestros hijos la importancia que tiene crecer en democracia.