Hoy por todas partes se hablaba, y se callaba, del debate de ayer entre Mariano Rajoy del PP, y Pedro Sánchez del PSOE en las principales antenas de televisión.
Se hablaba a las 8,30 en el bus urbano del barrio, que es la lanzadera en la que la madres llevan a sus hijos a los colegios de más al centro...Y se hablaba en los glamurosos cafés del centro, y en la Diputación, y en la sede de la Universidad añosa, y en las facultades más modernas del extrarradio por donde hoy me he perdido.
Y todos hablaban del rifirrafe,de la fusca que se armó al final, del girigay del término, del crescendo de ataques que se dio a la conclusión del concierto como de batuta a "allegro impetuoso e irreverente"...
Y es lo que yo esperaba después de la hora y media de debate de guante blanco. Por que..., a ver: Pedro Sánchez jugó al baloncesto, y sus encuestas, y sus asesores le dijeron que se dejara de florituras, que lo marcadores de la cancha, y los electorales, solo se aúpan de tres en tres puntos. Y esto significa hacer tiros fuera de las áreas pactadas, y arriesgarse sin concesión por encestar.
Y don Mariano, este Rajoy barboso que a mi me recuerda mucho a nuestro Romay, alto también,bueno, acaso algo patoso también , pero que bloqueaba bien,y defendía que daba gusto, pero que en ataque... Ahora pienso que a don Mariano le hubiera gustado más estar en el banquillo, como la otra vez, y que fuera la Vice de nuevo la del encuentro, ( y a sus entrenadores también les hubiera encantado) pues se le nota que no está, ni quiere estar ya para estos trotes.
Que ganará Rajoy, y hará un gobierno como quien hace una empanada gallega, y luego se irá...
Y Apaciguados los mercados y los drones europeos que nos vigilan las finanzas, las estadísticas, los sondeos..., en dos , o tres años, habrá elecciones anticipadas, y para entonces ya veremos qué madurez nos han dado los frutos tan tempranos que, con tan carnosa jugosidad, nos tientan hoy.