El líder del PSOE, en el tono más crispado y agresivo de la campaña, pone en entredicho la decencia del presidente por los casos de corrupción del PP 'caso Bárcenas'
Era un cara a cara en el que los candidatos tenían la oportunidad de exponer sus propuestas, pero en vez de eso, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se han enredado, en algunos momentos incluso con gran tensión. De hecho, con la corrupción han saltado chispas. Los ataques del líder del PSOE, con Bárcenas como ariete, han hecho perder la calma a Rajoy, que no ha aceptado que Sánchez dijera de él que no es "honrado". "Ruin, mezquino y miserable" han sido los adjetivos utilizados para defenderse por Rajoy, en el culmen de un debate que ha tenido también la economía y Cataluña como otros puntos de conflicto, según informa El Norte de Castilla.
Rajoy y Sánchez han cumplido los papeles esperados en un cara a cara bronco por momentos. El primer momento de tensión ha llegado con el bloque económico. El presidente del Gobierno ha esgrimido en su haber los buenos datos macroeconómicos de España, mientras el líder del PSOE, obligado a salir al ataque para recortar su desventaja en las encuestas, ha tratado de centrar sus críticas en las altas cifras de paro. Esta parte del debate ha sido tensa, con la reforma laboral, el crecimiento económico o el rescate de España como motivos de choque.
"Usted quiere que los padres vean a sus hijos coger el pasaporte o quedarse en España para ser explotados", ha afirmado Sánchez. Rajoy le ha respondido recordando la herencia recibida, acusando a su contrincante de pintar una "España tenebrosa" y minando su credibilidad: "Ha dicho muchas cosas y poco sensatas. Cuando cogimos el Gobierno, apenas podíamos financiarnos, éramos el enfermo de Europa. Y ahora nadie habla del rescate ni de la quiebra de España. Estamos creciendo al 3,4% anual, cuando antes tenía crecimiento negativo". Y todo eso, según Rajoy, por las bondades de la reforma laboral. "A mí me gusta la reforma laboral porque ha creado empleo. Vamos a seguir con las políticas reformistas", ha afirmado Rajoy.
Ya en ese momento Sánchez ha intentado utilizar la corrupción, y también la falta de comunicación del Gobierno, como flancos para atacar. "Usted ha recortado todo menos en corrupción" y "usted es conocido por los españoles como 'el del plasma" han sido dos frases efectivas utilizadas por Sánchez para debilitar a Rajoy. El presidente, sin embargo, le ha recordado al líder del PSOE que fue miembro de la Asamblea de Caja Madrid. Aquí ha aparecido el nombre de Rodrigo Rato y Sánchez ha recordado que fue Rajoy quien le nombró.
¿España ha sido rescatada? Sánchez ha repetido la pregunta una y otra vez a Rajoy y ha insistido en que sí, en que hubo rescate. Ahí el presidente ha sido una roca. "No ha habido rescate", ha respondido con contundencia Rajoy. El líder del PSOE ha mostrado el memorándum de la Unión Europea, pero el máximo responsable del Ejecutivo ha insistido en lo contrario: "Mi Gobierno ha impedido que España sea rescatada".
Derogar el artículo 135
Sánchez ha tratado de desnudar las carencias del Gobierno del PP en políticas sociales y ha apuntado la necesidad de una reforma constitucional. Entre los puntos que tocaría de llegar a la presidencia del Ejecutivo, Sánchez ha citado derogar el artículo 135, firmado por Rajoy y por el anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El sistema de pensiones o la educación serían otros puntos que fortalecería Sánchez. Pero Rajoy ha rebatido esos argumentos. En su opinión, desde la dependencia hasta la pobreza energética estaban peor con el PSOE. "Logramos en una situación muy difícil mantener el sistema de pensiones, atender a los que estaban en una situación precaria... Se necesita una política económica que genere dinero para poder sostener el Estado del Bienestar", ha afirmado Rajoy.
La carta de una beneficiaria de dependencia ha servido al líder socialista para poner contra las cuerdas a Rajoy. "Una señora de Valladolid me cuenta que, por su familiar dependiente, ha pasado de cobrar 381,32 euros a cobrar 31,92", ha dicho Sánchez. "Diga la verdad. No le acepto lo de los recortes", ha respondido Rajoy. Entre sus propuestas, Sánchez ha abogado por una educación gratuita de los 0 a los 18 años o por aumentar las becas. "Usted ha roto el educativo", ha atacado Sánchez. "Sus leyes de educación han generado las mayores tasas de abandono escolar de la Historia", ha respondido Rajoy. "Nunca ha habido un pacto educativo", ha remachado.
Con un gráfico ha tratado Sánchez de demostrar que el PSOE ha cuidado más la hucha de las pensiones que el PP. "Me comprometo a subir las pensiones mínimas", ha dicho Sánchez. "Para mantener las pensiones, no hay otra alternativa que que haya trabajo".
"Hasta aquí hemos llegado"
A la vuelta del intermedio, Cataluña y la corrupción han sido los dos asuntos principales. Y con la corrupción se han perdido las formas. No ha tardado Sánchez en recordarle la corrupción, y ahí es donde el candidato socialista ha mostrado su cara más agresiva, por momentos, realmente airada. "Cuando se supo que había enviado ese mensaje a Bárcenas, un delincuente político, usted tenía que haber dimitido. Usted nombró a Bárcenas gerente, tesorero y luego senador". Bárcenas ha sido el mejor momento de Sánchez en el debate, cuando por fin ha podido hacer sangre. "Los españoles sabemos perfectamente que lo que dicen los papeles de Bárcenas es cierto. Si usted sigue siendo presidente del Gobierno, el coste para nuestra democracia es enorme. Usted no es una persona decente".
"Hasta ahí hemos llegado", ha respondido un Rajoy indignado. "Soy honrado", ha afirmado, antes de mostrar una indignación irrefrenable. "Usted va a perder estas elecciones y de eso se podrá recuperar. Pero de lo que no puede recuperarse es de la afirmación mezquina que usted ha dicho hoy. Usted ha sido ruin, mezquino y deleznable. Esto le va a perseguir toda la vida", ha seguido el presidente del Gobierno, enfadado de verdad por las palabras de Sánchez. El diálogo ya fue imposible. "A todas las personas que en mi partido cometieron actos que no debieron hacer los puse en la calle", ha dicho Rajoy. "¿Y por qué no dimitió?", le ha replicado Sánchez. "¡Porque yo no he hecho nada!", ha insistido el presidente.
Pero Sánchez ha seguido golpeando en el flanco débil de Rajoy y le ha acusado de haber cobrado sobresueldos cuando era líder de la oposición y de ganar 240.000 euros entre su salario como diputado y portavoz del PP en el Congreso más los "sobresueldos" del PP, mientras que él cobra 88.000 euros. "La diferencia entre nosotros es abismal", ha apostillado. Ante ello, Rajoy ha negado haber cobrado sobresueldos alguna vez y ha recordado que ahora, como presidente del Gobierno, su salario es de 78.000 euros. "Yo soy un político limpio y decente y llevo 30 años en la vida política y nunca nadie me ha hecho una acusación de una conducta reprochable", ha enfatizado Rajoy.
Bloque catalán
Tras la corrupción ha llegado Cataluña, un asunto central que, sin embargo, los candidatos han ventilado en cinco minutos. Pedro Sánchez se ha mostrado como "el mejor garante de la unidad de España". "Cuando ha gobernado el PSOE, nunca ha habido una declaración independentista en Cataluña. En estos cuatro años el voto independentista ha subido del 11 al 48%. Ni el inmovilismo ni el rupturismo son la vía. La vía es una reforma constitucional, que va a persuadir a la mayoría de los catalanes", ha afirmado Sánchez. Rajoy ha replicado contra "el eslogan" de Sánchez, como lo ha llamado. "El problema se resuelve con principios: unidad nacional, soberanía, igualdad entre españoles y cumplimiento de la ley", ha aseverado.
En su última intervención, Sánchez ha insistido en la igualdad salarial entre hombres y mujeres y en recuperar los derechos sociales perdidos. Por su parte, Rajoy ha tirado de aquel viejo axioma, preguntando, casi literalmente, a los votantes si están mejor que hace cuatro años. Pero a la vez, ha fijado su objetivo para los próximos cuatro años: "Crear empleo". Y ha lanzado un mensaje: "No debe haber un parlamento inestable".