OPINIóN
Actualizado 13/12/2015
CÁRITAS

Testimonio de Alina Iuliana, voluntaria del centro Intercultural Baraka.

Mi labor como voluntaria comenzó hace más de tres años como profesora de apoyo escolar a los niños de primaria. Posteriormente, gracias a las clases que recibí por parte de una muy querida amiga mía, pasé a ser Monitora del Taller de Conversación.

¿Por qué cada uno decide hacer voluntariado, compartir su tiempo, su vida, con personas que viven realidades de exclusión y pobreza?

Todo el mundo tiene detrás una historia. En mi caso, para ayudar a gente que está fuera de sus raíces, ayudarles en su integración en la sociedad. Conocer y adquirir las características propias del lenguaje de la zona donde viven, como por ejemplo la pronunciación o el vocabulario, confío que puede ayudar a mejorar su inclusión social. Pero también creo que cada uno tiene derecho a que se le respeten sus costumbres, sus valores, su religión, porque creo que las personas valen la pena independientemente del país del que procedan.

Las clases de conversación que yo intento ofrecer, quiero creer que no solo les ayuda a aprender el idioma sino que también pongo acento en mejorar el estilo de vida y/o la cultura dentro del lugar donde convivimos todos. Yo, al igual que ellos, se lo que se siente al no poder expresarse en un idioma diferente al propio. También conozco cual es la percepción sobre el trato que reciben los inmigrantes en España, como desconfianza, prejuicio, rechazo, agresividad, desprecio, pero también conozco la amabilidad de la gente y el cariño que se ofrece a las personas inmigrantes.  En Baraka,  hay gente maravillosa siempre dispuesta a echarte una mano o simplemente escucharte cuando lo necesitas y no me refiero solo a las personas que dirigen el centro que todos sabemos que son unas personas extraordinarias sino a todos los voluntarios que formamos parte del equipo.

Sin duda lo más importante en un voluntariado es el trabajo en equipo por que influye en los voluntarios de forma positiva ya que permite que haya compañerismo. Además genera satisfacción al realizar las tareas encomendadas. Por ejemplo, en nuestro caso, en las fiestas y reuniones cada uno trae algo para compartir como platos típicos, platos realizados en el taller de Cocina. También se realizan bailes que se han preparado y ensayado entre todos en los talleres de Baile o alguna canción que se ha preparado en los talleres de guitarra. Los niños preparan dibujos, adornos, poesías que se usan en dichas fiestas y reuniones.

Para fomentar el compañerismo y la amistad entre voluntarios, o entre voluntarios y las personas que acuden al centro se suelen realizar diversas actividades colectivas como: excursiones de forma periódica, fiestas temáticas (fiesta del arroz, fiesta de las castañas, fiesta del cordero?etc.), salidas al campo, visitas a monumentos emblemáticos, etc.

En mi opinión, todas estas actividades son muy importantes para que todo el mundo involucrado en el voluntariado este mas unida, se conozca mejor y por tanto pueda trabajar mejor y alcanzar el objetivo del centro. La fuerza que integra al equipo y su cohesión se expresa en la solidaridad y el sentido de pertenencia a la unidad que manifiestan sus miembros. Cuanta más cohesión existe, más probable es que el equipo comparta valores, actitudes y normas de conducta comunes.

Por definición, los voluntarios no cobran por su trabajo. La remuneración que se recibe por un voluntariado no se mide en dinero, sino que se mide en valores, satisfacciones individuales y colectivas, en gestos de cariño y agradecimiento de las personas a las cuales se intenta ayudar. Creo que todo lo mencionado anteriormente es mucho más valioso que una remuneración económica.  Todo esto me ha aportado un enriquecimiento personal que es lo que yo he obtenido con este voluntariado. Sin olvidarme de todas las amistades que han surgido debido a mi labor y que espero que sean para toda la vida.

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