Salvar al soldado Sánchez

A una semana de las elecciones generales, seguimos deshojando la margarita. ¿Será Rajoy, o será Soraya, el auténtico candidato/a para representar al PP en el Gobierno de España, en un más que probable pacto con C`s? A Rajoy ya no lo soportan ni en su propio partido. Está casi desahuciado, pero sin remedio; él mismo se ha desvalorizado.

En acto electoral de la semana pasada en Ávila (Mariano Rajoy dijo que estaba en la provincia de Álava, otro desliz más de campaña). Y allí en la villa teresiana abulense tanto Rajoy como el hijo varón mayor de Adolfo Suárez (ahora pepero), como el PP y como Ciudadanos se han equivocado. España no votó al centro cuando Suárez triunfó por goleada, votó democracia, votó diálogo, y votó el final de la dictadura. En parte votaron a Suárez los que votaron a Felipe más tarde. Resucitarle ahora, en Ávila y con ese pésimo político que es el hijo del hombre ejemplar, no lleva a ninguna parte. Invocar al personaje para heredar sus bondades es otra equivocación de Rajoy. El registrador de la propiedad se afilió a los 26 años a AP y no a UCD fue porque, según dejó dicho en alguna ocasión, en Galicia los restos del franquismo los había recogido el partido de Suárez, no el de Fraga. Y ahora va y le homenajea para buscar réditos electorales.

Sigue empecinado Rajoy en presentarse como el salvapatrias único, como el que nos ha sacado de la crisis y el que lidera el crecimiento y de que vivamos mejor que en tiempos de Zapatero. Allá él con sus manías de grandeza... Sí, es verdad que España, en macroeconomía, está mejor. Los bancos están rescatados y más sanos; las empresas del Ibex35, la mayoría tienen grandes réditos contables y pueden sumar millonarias sumas de superávit. Pero lo que es la economía real, la política económica de cómo vivimos los españoles, no está tan boyante. Habrá que preguntarse cuánto de esta "falsa" mejoría tiene que ver con la bonanza de la economía mundial y la bajada del petróleo, y cuánto con las reformas del PP. Aquí, en España, la crisis se ha llevado por delante a demasiadas personas, estructuras económicas y empresas medianas y pequeñas. La sociedad española está tocada y "existen ciudadanos más pobres, más desiguales, precarios, y menos protegidos". Y por mucho quijotismo y selfie fotográfico que se haga Rajoy reivindicando la mejora de ruralización de España, las cosas siguen estando crudas, muy crudas, para millones de españoles.

Con el PP, la renta per cápita ha disminuido (de 23.000 euros a 22.780), el sueldo medio declarado a Hacienda también, y casi cuatro millones de trabajadores perciben (después de los descuentos en su nómina del impuesto sobre la renta y la Seguridad Social) menos de mil euros al mes. Con estos datos no es de extrañar que la pobreza energética (no poder mantener una vivienda adecuadamente caldeada), haya pasado de tres a 5,1 millones de personas.

Con los de la gaviota azul de Rajoy, la Seguridad Social tiene menos cotizantes que en 2011, y la pérdida de calidad de los puestos de trabajo ?a causa de una reforma laboral nefasta que ha dejado más de un 93% de contratos muy temporales y muy precarios. Esto genera un déficit creciente en la SS y pone en peligro las pensiones públicas.

Seguimos teniendo un paro disparatado. Pero lo más grave, ¿tienen los jóvenes españoles un futuro más prometedor? Pues, rotundamente, no; lo tienen muy difícil. Si se analizan los números del paro joven, vemos que dobla con holgura al del desempleo general. Y si se considera su emigración, dada la escasez de puestos de trabajo para menores de 35 años, menos aún. Según Estadística, hay un crecimiento récord ?y acelerándose? del número de emigrantes: más de 260.000 desde 2012 hasta la primera mitad del año en curso. Con los recortes y reformas del PP se ha desbaratado el Estado del Bienestar.

Otro candidato, el catalán españolizado Albert Rivera no aguanta ni una superficial limpieza del algodón de "Mr. Proper democrático". En algunos medios de comunicación dicen ya que se desafina a la hora de la verdad. Su más que posible fracaso electoral en el País Vasco, Navarra y otros lugares, demuestran que algo no acaba de ir bien en Ciudadanos. No olvidemos detalles "legislativos" como apoyar con el PP la ley mordaza y gran parte de la reforma fiscal, y querer una reforma fiscal a la europea. Ciudadanos no tiene ni idea de lo que dice sobre el Concierto Vasco, ni sobre la bajada indiscriminada de impuestos, y sobre todo con lo que esta detrás del contrato único del que tanto cacarean. Rivera es puro marketing demagógico. Le rascas y no se ve nada detrás, o da miedo lo que se ve, como el amplio apoyo de la banca y del IBEX-35 neoliberal.

Nosotros abogamos por el blindaje constitucional de los derechos sociales, de manera que "toda la ciudadanía debe tener garantizado el acceso a sus derechos reconocidos constitucionalmente". Tenemos que recuperar los derechos sociales perdidos en las dos últimas legislaturas (PP-PSOE). Cómo hacerlo, pues derogando decretos y leyes del PP, como el de exclusión sanitaria y el copago.

A poco ya de ir a votar, el cuerpo nos pide batalla para dejar atrás el bipartidismo "PPSOE", como algo ya caduco, corrupto y anquilosado. Y tenemos la incertidumbre de un Rivera, C ´s, que apunta maneras de dictador de pacotilla, gran desconocedor de lo que es la España real, industrial y rural, pues él solo defiende la de los yuppies y la del Ibex35.

Con las encuestas ya muy atinadas por la cercanía de las elecciones, el PSOE sigue cayendo en picado, castigado por un electorado antes fiel a ellos, y que ahora ya muy desilusionados, desconfían de las vacuas promesas de su líder Pedro Sánchez. Los socialistas, cambiando de caras, siguen donde estaban cuando empezó su pésima gestión de la crisis, de la que también tuvieron gran culpa. ¿Quién quiere realmente "salvar al soldado Sánchez", si apenas él mismo y su partido hacen algo para salvarse?