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OPINIóN
Actualizado 08/12/2015
Andrés Barés Calama

Se terminó el tiempo de la lechelá * y estamos en pleno Otoño y me llegan los recuerdos de mi niñez. Daba gusto levantarse y chiscar y atizar la lumbre,. Casi me metía en el borrajo, coger el fuelle y asoplá * para que no se afogonara* la lumbre, lo mismo me pasaba con el brasero, no paraba de ciscar con la badila.

Era una gozada coger un palo y espetar una ravaná * de pan y turrarla en la lumbre, con cuidado, pues algunas beses se quedaba chamuscar e incluso aburár,* y había que rascarla con la navaja, y no digamos esa capadura de chorizo y ver como goteaba su grasa en el borrajo.

Y mi abuelo me decía: "no sé si podremos ir al huerto, está cayendo una buena ratá" * y me encantaba escuchar las canales, "parece que ha escampao" *, y bebía rápido la leche de las cabras, aunque alguna vez me añulgaba,*.

Antes de salir siempre me gustaba echar una irada a la cocina, y miraba la cantarera, las llares, la sartenera, los candiles, la piedra del entremijo, donde estaban las escuillas* y los mendos*, y el sequero donde echaríamos las castañas para que se secaran.

Como me gustaba ver el campo, con esos castaños llenos de hojas mezcladas de colores, verdes, amarillas ocres, rojas, era un espectáculo de color y abangaos de oricios, con el suelo apalvao* de  castañas,  donde la cesta acababa acogolmá*.

Las últimas castañas se recogen a finales de Noviembre, son las del rebusco de San Andrés, había que rebuscar entre las hojas y los oricios, aunque acabaras engurdío* y las manos engarañás*,  siempre eran las injertas las últimas en recoger, las mejores para asar y hacer calboches.

Si alguna rama se hubiera esgarrao*, cogía la petalla y hacíamos una rima de leña, que si eran muchas acababas arringao*, era muy curioso ver algún palo con buraco, hecho por los pájaros para hacer el nío*.

Ya de vuelta me esgarrapichaba* en la jaca entre los sacos de las castañas, y como en el camino había una rama muy baja, mi abuelo siempre me decía, "ten cuidado con la rama, no te vayas a dar un cogotón*".

Vamos llegando al pueblo, y vemos como humean los tejados, mi abuela Hilaria y las demás abuelas, ya están preparando la cena; ya en casa subíamos las castañas al sequero de la cocina para secarlas y después pilarlas en la cuadra, metidas en una talega y entre dos darle fuerte en el pilón.

Ya se barrunta el invierno, y de nuevo veremos los cuchillos colgar de los aleros del tejao*, pero siempre queda en mi recuerdo ese Otoño con su luz y sus colores, con esos caminos llenos de hojas secas por donde pasear, por donde disfrutar cogiendo setas por el bosque, por donde tomar los últimos rayos de sol, y aquello que más quieres de la mano.

                           

                                                                                                                                         Andrés Barés Calama

Palabras de la jerga en La Alberca:

Lechelá* = bebida de leche helada del verano, Asoplá* =soplar, Afogonara*= que no se apague, Rebaná*= rebanada, Aburar*= quemar, Ratá*= que llueve mucho, Escampáo* = ya o llueve. Añulgaba*= al beber se va por otro lado y tienes tos, Escuillas*=Vajilla. Apalvao*= que hay muchas. Acogolmá*= muy llena. Engurdío*= encogido del frío. Engarañás*= heladas muy frías. Arringao*= Muy cansado, reventado. Nío*= Nido. Esgarrapichao*= montado con las piernas abiertas  sobre la cabalgadura. Cogotón*=Golpe en la cabeza. Tejao*= Tejado.

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