Hoy los medios de comunicación hacen de todo un espectáculo. Lo que ves, lo que miras no solo te entra por los ojos sino que se te mete en el cuerpo y en el alma e invade todo tu ser y te produce gozos y sufrimiento y te impulsa a actuar. Asimilamos las imágenes sin que nos dé tiempo a procesarlas en el cerebro. Por eso los que quieren influir en los demás, como son los políticos y los comerciantes, te meten imágenes en el cuerpo, que te obligan a comprar en el "Viernes negro" o el sábado y los días siguientes, cosas que no te hacen falta. Y para tu voto te motiva el color de una corbata o su ausencia en el político descamisado o su coleta. O el escote, o el cuello alto que lleva una mujer. En mis tiempos el fútbol era un deporte, incluso el profesional. Entonces yo conocía, entre otros muchos jugadores, a Campos que era del Atlético de Aviación, que ahora es el Atlético de Madrid. Era un deporte como los partidos que jugábamos en los colegios, o en el campo de la Ferroviaria, aunque mejor, claro está. Yo mismo jugué con algunos que después fueron futbolistas profesionales. Luego algún listo se dio cuenta de que el fútbol podía ser un gran negocio y comenzó por hacerlo un espectáculo. Y así ha ido en progresión ascendente hasta convertirse en un "espectáculo de masas", gracias a los medios de comunicación. Y ahora los futbolistas no sólo son estrellas vestidos de pantaloncito corto en los las anchas de fútbol, sino también fuera, en los platós y escenarios, vestidos con chaqué y pajarita, con trajes de diseño carísimos. Están deslumbrantes en la "Gala de la Liga" o en la entrega del "Balón de oro", o de la bota? de sabe dios qué. Y es que detrás está BBVA, o algún jeque del Golfo, o? Es que hoy el espectáculo de fútbol es el gran negocio del fútbol.