Lo sé, lo siento, siempre hablo de sueños. ¿Pero por qué iba a hablar de realidades? Eso podría hacerlo cualquiera.
Soñar es la capacidad de hacer que las cosas sucedan, es como invocar lo que deseas con todas tus fuerzas, pero no basta con anhelarlo; a su vez debes trabajarlo noche y día para que llegue y la espera no siempre tiene una fecha concreta.
Sin soñar no merece la pena vivir, porque soñar es buscar un lugar donde te sientas tan cómodo, que quieras caminar por él toda tu vida. Los sueños se cumplen hazme caso, aunque parezca que no, al final todo llega. Y de pronto te ves en una parcela sin construir, pero ya es tuya, ya está a tu nombre, ahora tienes que comenzar a edificar.
Al principio tendrás miedos, querrás hacerlo todo tan bien que te saldrá mal, tus vecinos podrán criticarte incluso podrán intentar que no construyas, que no brilles, que no crezcas? Pero esa es tu parcela, nadie puede mandar en ella más que tú. Lo harás bien, es cuestión de echarle todas las ganas que tenías cuando lo soñaste en plural y de despierto.
Feliz semana y?¡a quererse mucho!