OPINIóN
Actualizado 29/11/2015
CÁRITAS

Muchas veces pienso que después de mis vivencias y cometer los errores que tuve a lo largo de mi vida, sería imposible volver a tener esas sensaciones de alegría por las cosas, por la gente y en general por todo lo que me rodea.

Que no podré disfrutar como cuando era un niño que me divertía con cualquier cosa, con un balón, con mis amigos en el parque jugando en los columpios, incluso era satisfactorio estar con ellos utilizando una botella de arena para jugar al bote-bote; añadiendo que también había canicas y peonzas ya que no existía la tecnología.

Según iban pasando los años y nos hacíamos más mayores nos adentrábamos en ir buscando otros juegos de adultos y equivocándonos porque en ese pasado de niño te dabas cuenta que no habías aprovechado bien el tiempo por mezclarte con cosas que ahora veo que no merecían la pena. Ahora os iré nombrando alguna de esas cosas erróneas que a la larga me conectaron en una mentira que todos pensábamos que era nuestro futuro...¿De qué? De nada me ha servido todo lo que hacía en ese momento; empezando por el parque que sabiendo que yo era una persona que me gustaba dibujar, pintar y en el caso del deporte jugaba al fútbol y era uno de los mejores jugadores de esa época. Por aburrimiento me involucré en atletismo y la mayoría de las veces en la carrera era o el primero o aspirante al pódium, corriendo en uno de los equipos de la ciudad en vez de seguir entrenando en lo que me gustaba o practicando en el arte de dibujar. Di una mala utilización a ese parque en el que tanto me divertía con mis amigos y se empezaron a torcer las cosas. Iban pasando los años cada vez más rápidos y desaparecían cosas muy importantes de mi vida ¡os podéis imaginar! De hecho las frustraciones y la impotencia derivaban en fracasos. No había tenido una madurez correcta y las desilusiones hacían cada vez hundirme más y más y tener más consumos de esas drogas con las que tanto coqueteábamos que estaban de moda. Seguía pasando el tiempo sin tener un triunfo, ni una empatía con la realidad que me tocó. Tuve que ir a centros de desintoxicación pero era otro error porque lo hacía de cara a los demás y no por mí. Encontraba trabajos en los que a corto plazo era capaz de ascender de categoría por mi esfuerzo, pero seguía cometiendo errores ¡y claro! me hacía entrar en una desidia e iba agrandando el consumo pero siempre teniendo en la mente que valía la pena cambiar porque podía ser más productivo en la vida. Seguía entrando en centros sin sacar ninguna conclusión incluso quedándome en la calle sin ningún recurso, ni apoyo familiar viéndome completamente solo y faltándole el respeto a un ser querido muy cercano que ya no está a mi lado para apoyarme y ponerme a luchar con más fuerza. Tuve que pedir ayuda en ONG´s que hay en la ciudad, hasta que un día ingresé en el centro de acogida Padre Damián de Cáritas Salamanca.

Un poco después de entrar hicieron un proyecto artístico llamado CONFUSIONES "Lo que pasa en la calle". Era un "rollo urbano" con varias secciones como son: grafiti, break-dance, teatro, fotografía, poesía y rap que nos llevaron a exponer nuestro arte en varios sitios de la ciudad. Lo más importante fue conocer unas personas impresionantes que sabiendo que yo sentía el arte dentro de mí, me dieron las fuerzas suficientes para ponerme las pilas motivándome cada vez más para cambiar de una vez por todas. Seguí trabajando y volví a ascender laboralmente de puesto. Algunas frustraciones me jugaron otra mala pasada y volví a caer al pozo pero yo notaba que era diferente y tenía que hacer algo. Decidí regresar a la casa Padre Damián y me dieron otra oportunidad. Sentía que estaba muy solo por defraudar a todo el mundo y sobre todo a mí,  acabando muy asqueado. Esa oportunidad me hizo querer estudiar y formarme en un Grado Superior en Artes de la Escultura. Estuve todo el verano preparándome las pruebas de acceso con el apoyo de David de Estudio Taller Navy y toda la gente con la que convivía que seguía creyendo en mí. Ahora puedo decir que estoy dentro del Grado Superior evolucionando como persona y artista, muy ilusionado. Desde hace muchísimo tiempo no estaba tan a gusto conmigo mismo, exigiéndome esa motivación todos los días y cada vez conociéndome más y más gente buena en mi nueva etapa. Sigo en ello porque el mundo gira, las estaciones pasan y lo más importante, las cosas han cambiado y ¡YO NO ME RINDO!

                                                                                                                        Rubén González de la Hera

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Allí donde hay una causa, está mi lucha