OPINIóN
Actualizado 28/11/2015
José Ramón Serrano Piedecasas

Cómo no escribir acerca de las ciento y tantas personas masacradas en Paris a causa y en nombre de quien sabe qué. Hace cinco, diez, veinte días o meses, asimismo, lo fueron, váyase a saber también por qué, cientos de personas en Yemen, Irak, Nigeria, Siria o Turquía y, en estos casos, solo un séptimo del planeta se enteró de tales matanzas. Los vivos no valemos igual, los muertos aún menos. La vida de un europeo del sur vale menos que la vida de un europeo del norte. La vida de un pobre de solemnidad vale menos que la vida de un rico. La vida de un hombre negro vale menos que la vida de un hombre blanco. La vida de un ario vale más que la vida de un gitano, judío, sudaca o moro. Eso nos dicen a diario, subrepticiamente, los medios y los que deciden, todos, todos los días.

Cientos de miles de refugiados huyen de Siria, África del Norte, Medio Oriente. Huyen, exactamente, de aquellos que han disparado sus kalashnikov, hace dos días, en la sala de fiestas de Bataclan y de esos que lo mismo hicieron ayer o antes de ayer en Bagdad, Lagos o Alepo. Sin embargo, unas víctimas valen más que otras. Siento tanta indignación? Tanta, que desearía emigrar a algún lejanísimo lugar que, de antemano, sé inexistente. El fanatismo me aterra. El fanum, el santuario, el templo. El fanático sumido en un arrobo religioso? inmune, sordo, insensible a lo contingente, a la duda y a todo lo que suponga una pizca de alegría, de alegría de vivir. Esas gentes me aterran. Les odio. Odio sus banderas, odio a sus mártires, odio a sus dioses y a sus esbirros. Odio sus destinos eternos y divinas providencias gravadas en puñales asesinos, "gott mit uns" (Dios con nosotros), los autos de fe, la quema de libros, la creencia que excluye a la razón. Todo eso me produce una profunda desazón. Asimismo, tanto si cabe, la que me causan los gobiernos europeos y no europeos que se  valen de esas gentes para medrar, suministrando armamento, concluyendo oscuros negocios con  monarquías y regímenes corruptos del medio oriente. Esos políticos que hoy cantan, con el mayor de los cinismos,  la Marsellesa  con un ojo puesto en las próximas elecciones y el otro en los intereses de los lobbies militares. Los mismos que hace nada se inventaron una guerra en Afganistán, en Irak, en Libia. Los vientos traen guerra, la bolsa se dispara, ¡Money, Money¡ Una Unión Europea que ha dejado varados en los Balcanes a ¡700.000¡ seres humanos que huyen de un conflicto que ellos han propiciado ¡Qué vergüenza¡ Abomino por igual de unos y de otros.

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