El pasado 4 de mayo el PP de Castilla y León celebraba el principal acto de su precampaña de las autonómicas, consistente en la presentación del correspondiente programa electoral. La convocatoria tenía lugar en León y la estrella invitada para la ocasión no fue ningún miembro del Gobierno ni tampoco ningún dirigente nacional del partido. El elegido fue el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Este viernes, a tres semanas de las elecciones generales, el principal acto de la precampaña del PP tiene lugar en Burgos, donde esta tarde discurre una convención que reunirá a los candidatos al Congreso y al Senado por las nueve provincias de la comunidad. ¿Y quién es el "guest star"? Pues exactamente el mismo: Alberto Núñez Feijóo.
No es casualidad. La debilidad (política, se entiende) de Juan Vicente Herrera por su homólogo gallego es sobradamente conocida. Al punto de que a nadie se le oculta que, si se abriera en el PP el melón de la sucesión de Mariano Rajoy, la apuesta de Herrera no admitiría dudas. Y eso que en esta convención están citados de oficio el presidente del Congreso de los Diputados, un ministro y dos de los vicesecretarios nacionales del PP nombrados por Rajoy el pasado mes de junio.
Pero el protagonismo no será ni para Jesús Posada, por enésima vez cabeza de lista por Soria, ni el titular de Educación y IX barón de Claret,Iñigo Méndez de Vigo, el ilustre "cunero" que encabeza la lista al Congreso por Palencia, donde por cierto realizó ayer su segunda incursión desde que el "dedazo" de Rajoy le asignó la circunscripción palentina. Tampoco lo será para el vicesecretario nacional de Comunicación y número uno por Ávila, Pablo Casado. Ni para el vicesecretario nacional de Organización y número uno de Zamora, Fernando Martínez Maillo, quién ayer proseguía por Salamanca la campaña emprendida por el PP bajo el eslogan "Mi pueblo no se cierra".
Al igual que ocurriera en mayo, el protagonismo vuelve a ser el compañero Alberto, quien, por razón de su actual cargo institucional, no es candidato en estas elecciones. Lo cual no quiere decir que en un momento dado no pueda terminar ocupando uno de los escaños de designación autonómica reservados en el Senado a la comunidad gallega. No sería precisamente el primer presidente autonómico que recala en la Cámara Alta.