OPINIóN
Actualizado 26/11/2015
Toño Blázquez

Hay asuntos que traerlos a colación más bien parecen boberías, cuestiones insustanciales. Hombre, no son una Junta Extraordinaria del Consejo de Administración del Santander, pongo por caso. Pero sería arriesgadamente ingenuo pensar que las cosas sin importancia es cierto que no tienen importancia. Me explico, porque ya les estoy viendo la cara con gesto de pensar: "a este tío le falta un hervor". Quiero decir, uno se levanta por la mañana e inmediatamente accede a las tareas propias de un tipo (a) de clase media baja (poco baja, ni fu ni fa), se lava, se viste, desayuna etc?Pues en eso andaba yo esta mañana, con mis problemas de sufrido y sacrificado autónomo a cuestas. Y héme aquí que cuando me voy a agachar a atarme los cordones de los zapatos ¡no podía!. Que va en serio, no se rían, que no podía. ¡Un dolor!, pero ¡un dolor! en el costado izquierdo. Algo terrible. Y con todo lo que tenía en la cabeza para hacer hoy?me preguntaba entre gestos de dolor: ¿y ahora que hago yo, si no me puedo casi mover?. Me pongo derecho, lo vuelvo a intentar?nada. Un dolor terrible. Fue entonces cuando la mujer que un día lejano tuvo la extraña idea de compartir mis desgracias vitales y desequilibrios mentales acometió la generosa acción de hacerme el nudo en los cordones de los zapatos. Derecho  al médico. Tiene usted lumbago.  Pues quítemelo que tengo que abrir la tienda. Y entró en liza el llamado Parazetamol. Pero eso es ya otra historia.

 En resumidas cuentas que ya puede usted levantarse  obsesionado con arreglar su pequeño mundo que como no pueda agacharse para atarse los cordones de los zapatos lo tiene crudo, o como decía el otro, dése por jodido.

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Los cordones de los zapatos