Ana Santero Díaz es una Psicóloga Salmantina que reside en Honduras desde 1999 . Fundó la Asociación LA CASA DE LOS ÁNGELES DE HONDURAS en Salamanca, pero está reconocida en aquel país y comenzó en 2003
Un día sintió la llamada de acoger niños en riesgo social y formó una familia. En estos momentos tiene diez niños a su cargo de edades comprendidas entre uno y doce años. Como buena madre que es, cuida estos niños ofreciéndole todo lo necesario para su desarrollo físico, emocional y social.
Ana tiene un sueño y es que estos niños lleguen a ser buenas personas, seres humanos de calidad. Para ella conseguir que se alejen del mundo de las drogas y la violencia es un gran reto, sobre todo porque viven en un país donde la delincuencia y la violencia de género está por todas partes, por eso intenta asegurarse que la educación que reciban sea la mejor.
Desde la Asociación se trabaja para ayudar económicamente en los gastos que esta misión supone, ya que apenas recibe ayudas estatales del gobierno. Desde el día 20 al 29 de noviembre estará abierto un rastrillo solidario situado en la calle José Jáuregui 12 de Salamanca, donde las personas que estén interesadas pueden aportar utensilios y materiales para poderlos vender y recaudar los fondos económicos necesarios para seguir manteniendo abierta esta Casa de Los Ángeles.
Es un gran placer conocer a personas como Ana y toda su familia como así mismo todos los miembros de la Asociación que se implican social y humanitariamente para ayudar a los más necesitados y en este caso con un valor añadido al ser niños tan pequeños y desfavorecidos.
Animo a Ana a seguir con su sueño, fruto de una llamada interior que hace años recibió en su gran corazón, para que no decaiga en su empeño de ver a sus niños convertidos en excelentes y valiosas personas de bien, que sin duda sabrán devolver a la sociedad lo que hoy entre su mamá y todos los que le apoyamos les estamos dando.
Es hermoso conocer personas tan modélicas en una sociedad en la que parece que destaca más la violencia y el odio. Ayudemos con nuestra aportación y visita al rastrillo a demostrar que ahora más que nunca tenemos fuerzas para luchar por el bien en el Mundo.