Parece que con tantas armas nos estamos especializando en generar sufrimiento. Yo pienso que no vamos a la raíz de los problemas que fundamentalmente está en la injusta distribución del bienestar que es totalmente inaceptable la diferencia en el valor de la vida de unas y otras personas.
Evidentemente cuando llegamos a estos puntos de violencia y locura, no seré yo quien pida tibieza. Pero debemos ir a la raíz del problema en origen, el problema no son los musulmanes, los judíos o los cristianos. No es la solución el ateísmo. Pero se supone que se acabó Bin Laden formado en Estados Unidos y hay más.
Para mí es trágico la facilidad con la que se captan adeptos entre los jóvenes sin salida o con deficiente educación o incluso muy inteligentes. Vivir en desesperación o ser supervivientes mientras otros enarbolan la bandera de la opulencia a cualquier precio no va a permitir jamás la paz y la confianza entre los unos y los otros.
En el análisis de estas noticias que nos duelen a todos, no podemos generar más odios y debemos poner los mayores medios para la seguridad de la población. Pero esto son medidas de urgencia que sobre todo deben acompañarse de otros cambios drásticos en ayuda a los más pobres y oprimidos. Aquí nadie habla del tráfico de armas, me gustaría saber cómo se está controlando y a quién se le venden.
Seguimos vendiendo los países más ricos armas a regímenes totalitarios que oprimen a su pueblo y seguimos con traficantes de armas al mejor postor. ¿Quién financia al frente islámico?.
Estamos en estado de guerra y hemos matado a todos los que atentaron en Francia, ¿alguien piensa que esté resuelto el problema?.
Cómo se va a analizar esta tragedia en las escuelas de todo el mundo, generando más bandos o abogando por una paz posible. Por qué en la cumbre de Turquía no se preocupan de esa cuestión también, las razones fundamentales en las decisiones de estado siguen siendo económicas para mantener el poder de esos pocos. Seguimos estando más seguros que la mayoría de los países de África que deberían tener los mismos derechos que nosotros. Mientras los padres y madres de África no puedan ofrecer a sus hijos lo que nosotros a los nuestros esto seguirá en aumento, incluso con la complicidad de nuestros hijos de Europa que se alistan en el frente islámico, mujeres y hombres.
Me llamó la atención la gente cantando la Marsellesa mientras nosotros aquí estamos sin poder hablar del independentismo catalán, en las escuelas debemos curar rencores, no fomentarlos. Hablamos de drogas y seguimos sin controlar a los traficantes que las suministran a los indefensos menores, hablamos de abusos, o violencia de género y parece que la máxima que llega a nuestros adolescentes entre los medios y los vídeo juegos es que todo vale para obtener poder y placer. Planteémonos la educación en serio, no con cambios continuos e intrascendentes, sino con verdad hacia una justicia global. Lloremos a todos los muertos y seamos más sensibles a las múltiples situaciones de injusticia del día a día. Yo en concreto sí tendré una oración para los fallecidos y sus familias, que descansen en paz.