"Es la hora de la gente, la fuerza del cambio ha comenzado."
Sinceramente, ya me cansa y mucho el dichoso tema catalán. Y me cansan igual los que se posicionan en el NO, "porque lo dice la ley" (y ni se despeinan cuando ellos violan otras tantas leyes todos los días), como los que defienden el SÍ, sin explicar cómo y para qué.
Esta bunkerización sólo favorece a los mismos de siempre, que juegan a ver quién tiene la bandera más grande. Mientras, éste tropel de cínicos e indignos, abanderados del "no se puede", son los encargados de romper por arriba nuestro pacto constitucional y arrebatarnos unos derechos sociales que costó tanto conquistar a nuestros padres y madres, abuelos y abuelas.
España se rompe, pero no porque quieran parte de los catalanes, sino porque las élites políticas y económicas de este país han resquebrajado el consenso que nos habíamos dado como sociedad y han decidido quitarnos lo poco que nos queda, utilizando para cometer sus fechorías la coartada del "independentismo catalán" y dividirnos.
Ante la segunda transición española, que ya ha empezado, el 20-D tenemos varias opciones: elegir que nos sigan estafando los mismos de siempre o los modernos y guapetones pluscuamperfectos anaranjados o, por el contrario, podemos coger la política por los cuernos y construir un nuevo país entre todos y todas, por abajo y en pie de igualdad, blindar nuestros derechos sociales y forzar un referéndum que, os aseguro, los de arriba temen. Frente al patriotismo de "banderita y pandereta" estamos los que creemos que la patria es el pueblo, defender a las personas normales y corrientes. Es la hora de la gente, la fuerza del cambio ha comenzado.