Los nervios, las tensiones, los intereses, las angustias, las ilusiones están haciendo mella en los partidos políticos con la inminente cita electoral. Esa sensación se traslada a los medios de comunicación y, en muchas ocasiones, a la sociedad.
Muchos nervios tienen que tener en el PP cuando sus más ilustres prebostes bajan a la arena dialéctica para, con brillante pluma, adentrarse a disputar lindezas con quien no ha adquirido la consistencia debida y busca el enfrentamiento para darse a conocer, como reclamo publicitario y/o forma de aparentar un valor inexistente. No puedo entender que duchos espadachines del lenguaje, la pluma y el verbo, descienden a la arena emponzoñada para blandir su espada con quien no tiene la destreza, solvencia, ni adiestramiento más que para poner de manifiesto su insolvencia intelectual, únicamente cubierta por una estudiada forma de utilizar la demagogia y la mentira.
Querido amigo, jamás pensé que perdieras el tiempo, primero leyendo y después contestando, aquello que no merece la pérdida del mismo. Mal, pero que mal, muy mal está el PP cuando envían al "Viti" a torear "ternerillos sin destetar".
Las putillas corren de un lado a otro metiendo mierda, no saben hacer otra cosa, y los periodistas, nerviosos y angustiados, se limitan a acongojarse ante las expectativas que les esperan, pues han perdido los referentes.
El PP sigue sin darse cuenta que existe un importante número de votantes que no le darán el plácet, como hasta ahora había sido. Que, ciudadanos, les come la tostada, para después exigir una política más de centro-izquierda, si es que le llegan a dar el apoyo.
No son conscientes de que en el centro-derecha no tienen, no quieren dejar a nadie que recoja los votos que no se irán al partido popular, que de irse a UPyD o a ciudadanos, las autonomías, el incremento del gasto, el aborto, la intervención de la economía, la subida de impuestos, la sumisión a las políticas de género, la defensa de la educación, del cheque escolar y la sanidad pública de calidad, con libertad de elección de los pacientes, la defensa del Estado de Derecho y la separación radical de poderes con la despolitización de la Justicia, ? todo ello no estará en la agenda política, no habrá quien lo defienda.
Algunos hemos dado un paso valiente, arriesgado, costoso y doloroso de defender los valores, las ideas y la libertad que el PP traicionó y, curiosamente, desde el PP y desde Ciudadanos se busca nuestro silencio, nuestra desaparición, que el ciudadano no vea que hay más alternativas, más sólidas, eficaces y correctas que las de un traidor y la de quien se desnuda para obtener un escaño.
Artículos de Estefanía Rodero y Alberto Estella:
http://salamancartvaldia.es/not/97130/alberto-estella-responde-a-estefania-rodero/