OPINIóN
Actualizado 05/11/2015
Aran Blanche

Considerado como una figura de culto dentro de la escena del black metal, Per Yngve Ohlin, más conocido como Dead, ha sido el mejor vocalista de Mayhem hasta la fecha.

Poseedor de un talento innato que impregnó todos sus trabajos de una esencia oscura y siniestra, supo definir el concepto de una banda que pervive a día de hoy, aunque después de su pérdida, la formación no volvería a ser la misma.

Todo comenzó en la infancia, cuando a los diez años Dead sufrió un accidente mientras patinaba sobre hielo y tuvo una experiencia cercana a la muerte. A partir de entonces, la oscuridad le fascinaría para siempre. Además, el acoso escolar que sufrió no hizo más que aumentar su depresión y sus tendencias suicidas. Sencillamente, no le gustaba la vida.

En 1988, Dead envió a Necrobutcher, bajista y miembro fundador de Mayhem, una cinta de su grupo por aquel entonces junto a una carta que contenía un ratón crucificado. Un primer contacto adecuado a su macabra personalidad.

En aquella época, Dead vivía gracias al estado noruego en una casa situada en Kråkstad, a las afueras de Oslo, y una vez dentro de la banda, utilizaron aquel lugar para reunirse y ensayar.

Necrobutcher describe a Dead como un gran artista, pensador, tranquilo y con un marcado humor negro que dejaba ver en sus dibujos y en sus letras, dotadas de un gran sentimiento personal. Es el caso de Freezing Moon, canción perteneciente al álbum De Mysteriis Dom Sathanas, escrito en su mayoría por Dead.

Desde su primera actuación con Mayhem, este marcaría un estilo propio de lo más singular. Siempre maquillado con corpse paint, enterraba la ropa del concierto en la tierra durante días para conseguir activar el proceso de putrefacción de la tela.

Además, se mutilaba delante del público, haciéndose cortes en los brazos y salpicándoles con su propia sangre. Sus actuaciones eran tachadas directamente de salvajes.

También coleccionaba animales muertos, como pájaros o ardillas, que en ocasiones llevaba en bolsas de plástico para oler, literalmente, la muerte antes de salir al escenario.

Pero en abril de 1991, Dead cumplió con su cometido, aquello que tanto tiempo llevaba anunciando. Se suicidó cortándose las muñecas y la garganta con un cuchillo que previamente había comprado, y culminó el acto pegándose un tiro con una escopeta. Eso sí, el humor negro que tanto le caracterizaba le acompañó hasta el final, haciéndole dejar una nota de despedida en la que escribió ''disculpen por toda la sangre'', junto a la letra de la canción Life Eternal.

Un final esperado para una persona que vivía fascinada por la muerte, y es que tal y como recuerdan sus compañeros, Dead nunca se sintió parte de este mundo. Esperemos que ahora se encuentre en el lugar al que pertenece.

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