La implantación se iniciará en las cinco farmacias de la ZBS de Cantalapiedra, y el despliegue continuará por la zona de Pedrosillo El Ralo
Han pasado muchos años desde que se habló por primera vez de la existencia de un proyecto para implantar la receta electrónica en Castilla y León. Sus peculiares características de población y los ajustes presupuestarios que llegaron con la crisis han hecho que la Comunidad sea la última del país en desarrollar este sistema, pero su despliegue por fin se inicia.
Tras un periodo de pruebas en las zonas básicas de salud de Portillo y Cigales, en Valladolid, la receta electrónica comenzará a extenderse ahora por toda la región, de forma paulatina, siguiendo el "cronograma" establecido por la Consejería de Sanidad y el Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (CONCYL). Su presidente, Antonio Carrasco Arias Argüello, ha expuesto hoy la situación actual del proyecto en una conferencia sobre La nueva realidad de la oficina de farmacia organizada por el colegio salmantino en el Aula Francisco Salinas de la Universidad de Salamanca, y en la que también han intervenido Jesús Aguilar Santamaría, presidente del Consejo General de Farmacéuticos, y Félix Puebla Linares, director general de APROAFA.
En Salamanca, la implantación de la receta electrónica comenzará, si no surge ningún imprevisto, el próximo 16 de noviembre en las cinco farmacias de la ZBS de Cantalapiedra, y el despliegue continuará por la zona de Pedrosillo El Ralo. El objetivo es que durante el último trimestre del año el nuevo sistema se haya extendido a tres zonas básicas de salud de la provincia, con una veintena de boticas. Así lo ha avanzado a Salud a DiarioCarlos A. García Pérez-Teijón, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca, que calcula que este nuevo procedimiento de dispensación podría llegar a la capital salmantina sobre el próximo mes de marzo.
Cobertura del 100% en un año
Según ha explicado Antonio Carrasco, la estimación de Sanidad y del CONCYL es que en diciembre la receta electrónica haya llegado "al menos a una zona básica de salud de todas las provincias de Castilla y León", y que en un año la cobertura sea del 100%. Durante este tiempo, el sistema coexistirá "sin problemas" con el actual, una convivencia que se prolongará incluso después, entre otras razones, porque se han previsto mecanismos que garanticen la dispensación de las recetas emitidas por los médicos de Sacyl incluso en el caso de que se produzca algún fallo informático y porque en algunos casos, como la prescripción derivada de urgencias o de la atención domiciliaria o determinados medicamentos, será necesario recurrir al método convencional.
Para García Pérez-Teijón, la llamada receta electrónica supondrá un importante avance, sobre todo para los pacientes crónicos, cuyas visitas a Atención Primaria "van a reducirse mucho", ya que, con el nuevo procedimiento, el médico podrá realizar una prescripción trimestral, semestral o anual de los tratamientos habituales del enfermo, que no estará obligado a pedir cita en su centro de salud para renovar sus recetas, y le bastará con acudir directamente a la farmacia para adquirir la medicación. De hecho, como ha apuntado el presidente de la institución colegial salmantina, serán estos pacientes los primeros en ser incorporados al sistema, concretamente a un ritmo de diez diarios por cada consulta.
Grandes beneficios
Además, la receta electrónica supondrá ventajas para los profesionales y para la gestión de la factura farmacéutica. Por una parte, permitirá ajustar la dispensación de medicamentos a la posología establecida por los médicos y, con ello, se evitará suministrar dosis o envases por encima de lo necesario. Por otro, el procedimiento incorpora de forma automática los límites de copago farmacéutico, que a partir de la reforma sanitaria de 2012 varían en función del nivel de renta de los usuarios, de forma que éstos -los jubilados, fundamentalmente- no tendrán que abonar más dinero una vez que el programa detecte que han realizado la aportación máxima que les corresponde.
"La receta electrónica también ayudará enormemente a evitar errores en la medicación, muchas veces relacionados con la escritura o la existencia de nombres parecidos, y contribuirá a poner más en valor nuestra profesionalidad, ya que podremos dedicar más tiempo a los pacientes, porque la burocracia se reducirá significativamente", ha destacado Carlos A. García Pérez-Teijón, para quien el hecho de que Castilla y León haya sido la última comunidad en implantar este sistema puede verse desde el lado positivo, ya que permitirá "aprender de los errores cometidos".
En sentido similar se ha pronunciado el presidente del CONCYL. "Todo son beneficios; para el sistema sanitario, para los profesionales y para los pacientes, principalmente los crónicos, que podrán acceder a su medicación de un año sin perder tiempo en ir constantemente al centro de salud y sin que los médicos de Atención Primaria tengan que dedicar tanto tiempo a emitir recetas. Además, todos los tratamientos del usuario estarán ordenados y visibles para los facultativos y para los farmacéuticos, lo que disminuirá potenciales efectos secundarios y posibles interacciones y facilitará llevar a cabo con más rigor el seguimiento farmacoterapéutico, al tiempo que se reducirá la carga burocrática", ha subrayado.
Sastisfacción y prudencia
En cuanto a la inversión que ha requerido la puesta en marcha de este proyecto, los representantes de los farmacéuticos de Salamanca y Castilla y León no han querido dar cifras, aunque la han calificado de "importante". Y es que no solo ha sido necesario adaptar los programas de gestión de las farmacias a la receta electrónica, sino también "homologarlos" con la Consejería de Sanidad y el CONCYL, habilitar la firma digital y crear "una red virtual privada" desde la que canalizar las recetas garantizando el respeto a la normativa sobre protección de datos. Todo ello, sumado al desembolso asociado a la formación de los profesionales, facilitada a través de los colegios profesionales -en paralelo a la que reciben los médicos de Sacyl-.