Por Rodrigo Del Castillo Medina, joven de 29 años, 'speaker', presentador y natural de Villoruela
Acecha el cielo gris,
las mantas de hojas en las aceras,
los charcos en las puertas de los colegios,
los cruces de paraguas sin intermitente
y sin respeto.
Aparecen colores oscuros,
el arcoíris duerme entre nubes,
las ciudades se agolpan a la rutina,
las playas susurran cuentos e historias
de pieles doradas ya lejanas.
Desterrados los huertos hasta nueva siembra,
las horas de sol se consumen sin descanso,
las noches persiguen a los días
y los días duran menos que
la nostalgia de los meses estivales.
Pasarán las frías noches de invierno,
los vahos en los cristales de madrugada,
las interminables promesas inservibles,
las colecciones por fascículos, huérfanas
en las puertas de los kioscos.
Llegarán los paseos por la carrera de S. Jerónimo,
los coches oficiales en la puerta,
las mentiras camufladas en facturas
y nos iremos en busca del verano,
aunque repitamos la misma playa o plaza.
Pero, sabemos lo que haréis el próximo verano,
precisamente nada.