En una entrevista al sacedorte natural de Alba de Tormes para la web de la Diócesis de Salamanca
¿Qué balance haces de la celebración del V Centenario en nuestra diócesis de Salamanca?
Antes de nada hacemos una sincera y gloriosa acción de gracias. Ha sido un tiempo de fe, un año de gracia, hemos reconocido la bondad, la misericordia de Dios con nosotros en todo este año. Recordamos fundamentalmente todos esos actos que ha habido de acercamiento a la espiritualidad teresiana: actos de la formación, oraciones, retiros, peregrinaciones... ha sido constante el movimiento de personas reuniéndose junto a la doctrina y la espiritualidad de Santa Teresa.
También como acción de gracias hemos de recordar los dones del Jubileo porque a fin de cuentas el jubileo es un desbordamiento del perdón de Dios para todos sus fieles. Ahí están las confesiones celebradas, las indulgencias repartidas gozosamente, las celebraciones eucarísticas sobre todo la misa del peregrino allí junto al sepulcro...Es momento de dar gracias al Señor por los dones concedidos en este año teresiano.
¿Veremos los frutos?
Yo lo espero. Ha sido una siembra verdaderamente admirable. El Señor nos ha prometido ciertamente que Él va a multiplicar nuestros quehaceres, pero es que aquí ha habido quehaceres muy amplios y no digo solamente los que se han hecho a nivel diocesano, que han sido muchos, es que también el mundo civil ha programado cantidad de actos a favor de Santa Teresa de Jesús: exposiciones, representaciones, conciertos, recitales,... Ha sido una cosa realmente tremenda.
Esas huellas de santa Teresa que han ido poniendo las autoridades civiles han sido las que han marcado un ritmo de acción local civil positiva a favor de Santa Teresa; algo que otros años no había pasado y realmente este año ha acontecido y además con abundancia.