El tradicional acto, a las 11.30 horas del próximo sábado, tiene un fin solidario con la recogida de alimentos no perecederos en Anaya
Ángel Rufino de Haro, 'El Mariquelo', acompañado por Ángel Luis Sánchez, coordinador del Banco de Alimentos, y Arantxa García, de la Fundación General de la USAL, ha presentado hoy la XXIX subida a la Catedral Nueva que realizará, como es tradicional, el próximo sábado. Aunque los actos comenzarán a las 10 horas, está previsto que la subida, hasta la segunda balaustrada este año con el recorte del recorrido, se produzca en torno a las 11.30.
Esta XXIX edición cuenta con una novedad y es el carácter beneficio a favor del Banco de Alimentos de este acto que congrega en la plaza de Anaya a miles de curiosos, donde se colocarán contenederos para que los salmantinos depositen productos no perecederos como aceite, papillas infantiles, leche o conservas. Asimismo, El Mariquelo explicó que se recogerán firmas para conseguir que esta subida a la Catedral la víspera de Todos los Santos sea declarada de Interés Turístico Regional. "Esperemos que el próximo año, coincidiendo con el 30 aniversario ya la tengamos".
La jornada festiva del próximo sábado se iniciará a las 10 horas en la Plaza Mayor, con la reunión de los grupos folclóricos y otra salida se realizará desde el Puente Romano. Posteriormente, un pasacalles finalizará en la plaza de Anaya, donde El Mariquelo tiene prevista la subida alrededor de las 11.30, hasta, que este año será más corta tras la decisión del Cabildo de autorizar solo un tramo de la Torre de las Campanas. "El Cabildo siempre me ha apoyado y este año la limitación se produce por motivos de seguridad", con lo que el recorrido se limita a 80 metros.
Por su parte, el coordinador del Banco de Alimentos agradeció el apoyo de la Universidad en este acto y animó a los salmantinos a contribuir con alimentos, afirmando que todavía son 14.000 las personas que necesitan ayuda en Salamanca y provincia, una cifra que "se ha estabilizado".
Recordando el terremoto de Lisboa de 1755
El Mariquelo era originariamente el miembro de una familia, los Mariquelos, que debía subir cada año a la torre de la Catedral Nueva de Salamanca, en agradecimiento a Dios porque el terremoto de Lisboa de 1755 apenas había dañado el edificio y no ocasionó víctimas mortales. Esta tradición se ha mantenido de forma ininterrumpida desde 1755 hasta hoy, exceptuando 8 años entre 1977 y 1984.