Dos veces al año, cualquier noticia por importante que sea, queda eclipsada por el temita del cambio de hora.
Las autoridades europeas nos dicen que con esta medida se ahorran nosecuantísimos euros en energía. Y me pregunta es: ¿Este dato son números reales o se trata de un cálculo estimativo suponiendo que de tal a tal hora no se van a encender las luces? Porque al final se trata solo de las luces, el resto de maquinaria, doméstica o profesional, necesita siempre la misma energía. A mí me gustaría ver la factura de la luz de cada casa, oficina o negocio y ver si hay una diferencia real del mes de octubre al mes de noviembre.
Hoy cuando me he levantado no he tenido que encender la luz para desayunar, cierto, pero también es cierto que esta tarde la voy a encender una hora antes. Los comercios y oficinas a los que suelo ir siempre tienen las luces encendidas, y en mi lugar de trabajo lo primero que hago es encender todas las luces sea la hora del día que sea, y no por vicio, por necesidad. Entonces, por favor, que alguien me explique dónde está el famoso ahorro.
El ahorro puede que lo tengan en los países de la mitad norte de Europa, en esos que amanece a las 9 o 10 de la mañana y se pone el sol a las 4 de la tarde, ahí puede que sí ganen una horita de luz matinal, pero en el sur me temo que solo sirve para marear la perdiz, para quitarnos una hora de luz vital vespertina y conseguir que a las 8 de la tarde tengamos los biorritmos bajo mínimos.