Un viernes con sorpresa

La sirena, con su escandaloso sonido, anunciaba la hora de entrada a las aulas. Siempre es puntual a la cita y el pasado viernes 23 de octubre de 2015, a las nueve en punto de la mañana, al escucharla, me pareció intuir que alguna sorpresa nos aguardaba en el colegio.

José Antonio, el conserje, con su amabilidad de siempre, abrió la puerta del patio y nosotros fuimos entrando. Dentro nos esperaban Charo, Toñi, María José, Carmen, Lola, Cristina, la Directora, Marisol, Sonia y Carlos, que son nuestros maestros durante este Curso.

    Comenzamos las clases como todos los días, con un rato de lectura, algunos problemas, Inglés, repaso de la clasificación de los seres vivos y, como estamos en otoño, descubriendo alguna de las características de esta estación, entre otras cosas. Los de la clase de los mayores cantaban, en voz alta, el nombre de los Planetas del Sistema Solar. Yo, me los sé todos, y en orden.

    Había pasado poco más de una hora cuando, José Antonio, _el conserje_, nos dijo que teníamos que bajar hasta el gimnasio y que allí nos aguardaba una sorpresa. ¿Una sorpresa?... ¿Qué sorpresa?... ¡Claro, la sorpresa!, eso de lo que nos habían venido hablando nuestros maestros durante los últimos días. ¡Una exposición de setas!

    Cuando llegamos no podía creer lo que allí veía. Todas las mesas estaban repletas de setas y cada una clasificada con su nombre. Estaban expuestas en platos de plástico, sobre manteles blancos. Había más de cincuenta ejemplares diferentes y pude ver que algunas eran comestibles, otras tóxicas, otras venenosas y hasta las había mortales. Eran preciosas y las había de muchísimos colores y formas.

    Allí nos presentaron a un señor muy simpático, de nombre Antonio Martín Manresa, quien nos dijo que era el Presidente de la de la Asociación Setera "Boleto Negro" de Salamanca y que le acompañaban Mariluz Prieto Blanco, Gabriel Muriel Rodríguez y Basilio Hernández López. Son sus amigos y también pertenecen a la misma asociación setera. Tenían unas cestas de mimbre y, entre los cuatro, el día antes se habían pasado casi doce horas cogiendo todas estas setas para que nosotros pudiéramos verlas hoy. Las habían encontrado por la zona de Béjar, Linares de Riofrío y Zamora. Mientras nos lo contaba yo miraba todas las setas que había y no me lo podía creer.

    Yo de setas sé bastante, porque voy con mi abuelo algunos días y cogemos setas de cardo, parasoles y otros días vamos a níscalos. Dice mi abuelo que cuando llueva un poco más saldrán muchos níscalos y que los podremos vender en el mercadillo, pero que no se lo diga a nadie. Como mi abuelo y mis padres tienen un puesto de ropa en El Rastro pues, seguro que vendemos todas las setas que cojamos. Yo le he prometido que no se lo voy a decir a nadie. ¡No sé por qué no querrá que lo diga!

    Lo que sí le tengo que decir a mi abuelo es que tenemos que comprarnos una cesta para ir a recoger setas. Nos lo ha dicho Antonio porque, si la metemos en bolsas, las esporas no caen al suelo y no pueden nacer nuevas setas. Yo, de eso, no tenía ni idea.

    También nos dijo Antonio que solo hay que coger las setas que conozcamos y que estemos bien seguros antes de comerlas, porque es muy peligroso. Que no le demos patadas a las que sean venenosas, porque hay otras personas a las que solo les gusta verlas y fotografiarlas cuando pasean por el campo y hasta otras personas que las estudian, como los micólogos, los farmacéuticos y muchos más. Que hay animales que se alimentan de ellas y eso es verdad porque yo, en algunas de ellas, hasta vi larvas como las de nutriaca que llevamos para pescar y hasta unos piojos, así de pequeños, que corrían por el plato. ¡Qué asco! "El Toro" dice que ya nunca volverá a comer setas, pero yo le dije que yo sí porque, mi abuelo y yo las cogemos de las buenas y mi abuelo dice que así son setas con carne y tiene razón, porque mi abuelo es "mu listo", aunque no fuera a la escuela.

   Bueno, que Antonio nos contó un montón de cosas más que ya no acuerdo. ¡Ah!, se me olvidada. Cuando terminamos le dimos un montón de dibujos que habíamos hecho para él y los teníamos encuadernados para que se los llevara de recuerdo y una caja de bombones así de grande. Luego, al despedirnos un aplauso enorme y nos hicimos unas fotos.

    Hemos aprendido un montón de cosas y a respetar a la Naturaleza, porque dice que formamos parte de ella. Yo creo que tiene razón, porque también nos lo dicen nuestros maestros. También me he aprendido una que se llama Amanita muscaria, otra Amanita phalloides, Rúsula, Trompeta de los Muertos, Boletus de Satanás y otra que ya no me acuerdo.

    Después, como mi colegio tiene un patio muy grande y hierba, le estuvimos enseñando a Antonio, a Mariluz, Gabriel y Basilio unas setas que salen aquí y que le dijimos que parecían champiñones y nos dijeron que sí, pero que nos los comiéramos, porque están contaminados por el humo de los coches que aparcan al lado. Se los enseñaré a mi abuelo y le hemos dicho que le haremos caso y que ya no las volveremos a pisar, como hacíamos antes. Al "Toro" le encanta pisarlas porque dice que da mucho gusto. Dice que "Como son así de blandas". "El Toro" es que es de Infantil?

    Gracias a la Asociación Setera "Boleto Negro", porque sois muy simpáticos, nos habéis enseñado muchas cosas y sois muy buenos.

    ¡Ja!, ya se me olvidaba. Que cuando queráis venir por aquí, podéis venir y que nuestro colegio es el CEIP Alfonso X "El Sabio"; que es un colegio muy chachi, que desde el patio se ven todas las catedrales de Salamanca y el Río Tormes. Que, aunque somos gitanos, queremos aprender y que nos enseñen muchas cosas y nos traten así de bien, como en este colegio.

    Y ya nada más. Bueno, sí, solo una cosa. Antonio: Que si algún día no encontráis setas por el campo, que os deis una vuelta por el Rastro y, a lo mejor, mi abuelo os da unas pocas. ¿Vale?

   Aquí os dejo unas pocos fotos.

Firmado:

"El Titi"