Hasta hace poco se creía que nuestro sistema nervioso iba perdiendo su plasticidad con el paso de los años y esto significaba que las personas íbamos perdiendo la capacidad de aprender ciertas cosas o adquirir ciertas habilidades en diversos campos.
Pero los últimos estudios en neurología han demostrado que la capacidad plástica de nuestro sistema nervioso se mantiene hasta el final de nuestros días. El resultado de todo esto es que la capacidad de aprender a tocar un instrumento musical no tiene una edad concreta de iniciación.
Si bien es verdad que con el paso del tiempo las conexiones neuronales se modifican, y esto puede hacer que perdamos algunas destrezas motoras, también es cierto que iniciarnos en algún instrumento a muy temprana edad puede ocasionar pequeñas dificultades. Vamos a poner como ejemplo instrumentos de viento, como puede ser el saxofón, en el que, para un niño de 6 años el peso del mismo va a ser una fuerte carga además de los problema de digitación.
Hay que tener en cuenta que comenzar el aprendizaje de un instrumento musical a una temprana edad es beneficioso en todos los sentidos, pero será al cabo de unos años cuando el individuo consiga tener todas las destrezas para conseguir hacer una correcta interpretación del mismo.
Si un adulto se inicia con un instrumento desde cero, habrá ciertos aspectos del aprendizaje que no podrá conseguir, pero tendrá una capacidad mucho mayor a la hora de enfrentarse a la interpretación de una obra, interacción con el público, capacidad de improvisación, etc., para esto habrá que seguir ejercitando el cerebro adecuadamente, y de ese modo no será complicado aprender a dominar cualquier instrumento.