OPINIóN
Actualizado 20/10/2015
Cipriano Pablos

El papá Estado, que nos cuida una veces mejor y otras  menos bien, tiene establecido un sistema de solidaridad, por el que todo es posible y que no todos entienden, como sería deseable. Si esos que no lo entiende ? la mayoría ? hicieran un esfuerzo de reflexión, probablemente dejaríamos de escuchar por doquier y a cualquier hora  la recurrida y recurrente frase "para eso pago".  Tiene una carga de ignorancia  o de inconsciencia la frasecita que refleja la poca conciencia social que tantas veces nos distingue.

La sociedad se mantiene y presta servicios públicos porque todos colaboramos a su establecimiento y mantenimiento. Y la sociedad y el Estado  no preguntan cuánto paga cada uno para delimitar atenciones o establecer pluses. Todos somos atendidos o disfrutamos de servicios sin preguntarnos qué aporta cada uno y cuántos son los beneficiarios por contribuyente.  Detalles importantes que tiene el sistema público y que no siempre sabemos apreciar y ser conscientes de ello.

Con respecto a la atención sanitaria, cada día más denostada y siempre en entredicho, sería bueno que tomáramos conciencia de su correcta utilización, de su coste y evitar abusos que son perjudiciales para todos. " Para eso pago" no es una patente de corso. Pagar da derecho a ser atendido, pero sin olvidar, que pagar no pagas, porque cualquier servicio sanitario que necesites es probable que su coste supere, con creces, lo que pagas. Entonces, ¿cómo es posible que te  atiendan gratuitamente? Somos muchos y no todos necesitamos ser atendidos al mismo tiempo. Es la única razón  que hace viable el sistema. Para todos al mismo tiempo no llega. Sobra, por tanto, tener en la boca a todas horas y para todo el "para eso pago".

La estructura social que estamos obligados a mantener todos, nos exige desarrollar una conducta más solidaria y sensata, incluso en nuestras expresiones. Si dejaran libertad para que cada uno eligiera cómo dotarse de los mismos servicios que nos presta el Estado, nos daríamos cuenta de su coste real y serían insostenibles individualmente. Con lo que cada uno pagamos no nos llegaría para dos esguinces y una gripe, tirando por lo alto. Por eso es necesario ser más comedidos en lo que hacemos y decimos. Dependemos obligada y racionalmente los unos de los otros, nos beneficiamos los unos de los otros, somos necesarios los unos para los otros. Es una solidaridad impuesta por el propio Estado, responsable de nuestro bienestar. Y esa solidaridad impuesta tenemos que asumirla como propia. Sólo así llegaremos a tomar conciencia de la necesidad de hacer un buen uso de cualquier servicio público, porque lo pagamos entre todos, lo usemos o no. Quien abusa falta al respeto a los demás. Lo necesario que no se le niegue a nadie, sea cual sea su coste.  Y así nos estaremos dotando de una sociedad más culta, más humana y más responsable, que falta nos hace.

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Solidaridad impuesta