El líder socialista hace gala de haber "abierto" el partido y de haber introducido unos criterios de exigencia contra la corrupción sin precedentes
Después del revuelo provocado por el fichaje de Irene Lozano para la lista del PSOE, este domingo el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha dado, tal y como publica El Norte de Castilla, un baño de entusiasmo en el acto de presentación de candidaturas al que han asistido en torno a 2.500 militantes de toda España, más los que han tenido que quedarse fuera por falta de espacio. Ante ellos, ha presumido de haber "abierto" el partido y de haber introducido unos criterios de exigencia contra la corrupción sin precedentes.
El líder de los socialistas, que precisamente ha encargado a la exdiputada de UPyD que le asesore en las medidas de regeneración democrática, ha argumentado que, pese a ser cierto que la corrupción ha afectado "no sólo al PP", en el caso de la formación de Rajoy ha sido "sistémica" y que el PSOE, en cambio, lleva años combatiéndola con medidas (únicamente ha citado las que pertenecen a su mandato) como el convenio con Transparencia Internacional o el compromiso de buenas prácticas que están obligados a firmar todos sus cuadros. "A veces nos han criticado por exigir más allá del código ético", ha sacado pecho en alusión a su reacción frente a los usuarios de las tarjetas Black de Cajamadrid o la dimisión forzada de Manuel Chaves y José Antonio Griñán por su imputación definitiva en el caso de los ERE.