Anualmente se diagnostican unos 25.000 casos nuevos, pero afecta tanto a pacientes como familiares de las personas que sufren esta enfermedad
Como cada año, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) suma sus fuerzas para hacer frente al cáncer de mama, una enfermedad de la que se diagnostican cada año unos 25.000 casos nuevos pero que afecta a más de 63.000. Los afectados por este tipo de tumor, pacientes y familiares, son el centro de una campaña que ha querido poner el foco en las necesidades de aquellas personas que, sin tener el tumor, también pasan por la enfermedad.
El próximo lunes, 19 de octubre, se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que representa el tipo de cáncer más frecuente en la mujer, el 29% de todos los tumores femeninos. Además, supone la primera causa de mortalidad por cáncer en mujeres con 6.075 fallecimientos en 2012.
El cáncer de mama se diagnostica en un 99%, en mujeres y tiene una supervivencia cercana al 85%. Pese a que cada año hay una incidencia mayor, se estima que este año 2015 más de 26.000 personas serán diagnosticadas por cáncer de mama, la supervivencia aumenta un 1,4% cada año y su tasa se sitúa cerca del 85%. Es, asimismo, un cáncer paradigmático puesto que una mayor concienciación social sobre su detección precoz y la reducción del riesgo de desarrollarlo, así como un mayor esfuerzo en investigación, han logrado que sea uno de los tumores con mejor pronóstico y mayores índices de supervivencia y cronificación, como aseguran desde la AECC.
Los datos aportados por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) revelan que la mayoría de los casos se diagnostican en edades comprendidas entre los 35 y los 80 años, con un máximo entre los 45 y los 65. Las tasas de incidencia están aumentando lentamente en España y en el mundo, probablemente debido al envejecimiento de la población y al diagnóstico cada vez más temprano.
1 de cada 8 mujeres presenta la enfermedad
Aproximadamente 1 de cada 8 mujeres presentará esta enfermedad a lo largo de su vida, aunque hay que destacar que la supervivencia por cáncer de mama ha mejorado notablemente en los últimos 20 años (anualmente se incrementa la supervivencia por este tumor un 1,4%).
Según aseguran desde la AECC, "cada año disponemos de mayor información para diagnosticar precozmente y tratar el cáncer de mama, lo que ha permitido que la supervivencia global a los 5 años del diagnóstico de este tumor sea del 82,8% en nuestro país (Eurocare-5), por encima de la media europea y similar a los países con las mejores cifras de supervivencia".
Sin lugar a dudas, el diagnóstico precoz es la mejor herramienta para luchar contra esta enfermedad. A través de los programas de cribado con mamografías, se pueden diagnosticar los tumores de mama en estadios iniciales en los que hay muchísimas posibilidades de curación. Por ello, generalmente, se recomienda realizar mamografías periódicas a partir de los 45-50 años.
Cada mujer puede reducir su riesgo de forma individual con pequeños cambios en su estilo de vida. Actualmente se conoce que, tras la menopausia, prevenir la obesidad con una dieta adecuada y con ejercicio diario reduce el riesgo de recidiva tras un cáncer de mama.
Aparte de la edad, hay otros factores que se asocian con un riesgo más elevado: las mujeres con antecedentes de cáncer de mama en la familia, o que no hayan tenido hijos o los hayan tenido tarde, o con menarquia precoz o menopausia tardía, parecen tener mayor riesgo. No obstante, muchas mujeres que han tenido un cáncer de mama no presentaban ningún factor de riesgo conocido. Poseer un riesgo mayor para el cáncer de mama no implica la certeza de que se vaya a padecer la enfermedad, sólo indica cierta predisposición.
La investigación es fundamental, no sólo en el cáncer de mama. A medida que se conocen mejor los factores pronósticos de la enfermedad, es posible identificar el riesgo de cada caso de cáncer de mama, lo que permite seleccionar el tratamiento más adecuado para cada uno.