"La ideología de género, en el fondo, no es más que trasladar al terreno de la sexualidad la visión de la persona humana propia del racionalismo contemporáneo", asegura Benigno Blanco en una de sus conferencias. Para esta ideología, todo en el ser humano
De este modo, no cabe un criterio ajeno al propio individuo para su construcción moral, social o personal. Por lo que, desde la perspectiva de esta cosmovisión, no existe una naturaleza humana común. Como diría Sartre, en La Nausea, "hemos sido arrojados a la existencia".
Lo cierto es que de forma muy sutil, este paradigma ?no justificado, ni razonado y que rechaza la más elemental evidencia científica? se ha apoderado de todos los ámbitos la vida pública, pero especialmente de la escuela. Lo más paradójico es que pocos conocen sus consecuencias y otros muchos evitan realizar una crítica objetiva de este planteamiento, porque sus conclusiones serían políticamente incorrectas. Me atrevo a afirmar, que actualmente, la ideología de género es la mano oculta que mece nuestra cuna, es la nueva inquisición, es el ojo del gran hermano que controla nuestro pensamiento.
Desde la weltanschauung de este paradigma de género toda opción de vida es válida para el ser humano y para la sociedad. No existe lo bueno con carácter general, ni lo mejor, ni lo óptimo; por consiguiente, tampoco se puede dar un juicio de valor negativo al acto humano. No existe, pues, lo malo o lo pésimo? todo es igual de válido. Como consecuencia lógica de esta forma de pensar, el acto individual del ser humano no tiene consecuencias sociales ya que carece de cualquier transcendencia o significado social. Por lo tanto, el acto humano se limita a la individualidad propia y exclusiva de la persona que lo realiza, sin ningún tipo de transcencencia.
Si partimos de estos axiomas, las consecuencias concretas en ámbito de la educación son entre otras, las siguientes:
Como conclusión, en un estado democrático todos los ciudadanos tienen unos derechos y unas obligaciones y cada persona puede optar por aquel estilo de vida que le parezca más oportuno. Ahora bien, ni se puede imponerlo a los demás, ni se pueden evitar los juicios de valor oportunos ante las decisiones personales.
Siempre será mejor el matrimonio ecológico, natural y fértil, que el forzado legalmente y estéril. Siempre será mejor la sexualidad humana que el sexo. Siempre será mejor ser madre de un hijo vivo que de un hijo muerto por un aborto provocado. Siempre será mejor aquello que es bueno y bello para la persona humana que aquello que la deshumaniza?
Toda persona humana es una magnífica y exclusiva obra de arte que lleva impresa en sí algo que la transciende y que la hace única, irrepetible y bella.
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