OPINIóN
Actualizado 14/10/2015
Juan Antonio Mateos Pérez

Para Maite y Marce ejemplo de amor cristiano y lucha por un mundo más justo.

 

Todos sabemos la realidad de África, el continente más pobre del mundo, más de trescientos millones de  personas viven con menos de un dólar al día, treinta millones de niños menores de cinco años sufren desnutrición y el 43% de la población no tiene agua potable. Pero no podemos reducir la pobreza sólo a las cifras económicas, se debe subrayar la ausencia de educación, salud, nutrición y vivienda, carestías fundamentales y necesarias para cualquier desarrollo.  La gran mayoría de los mil millones de pobres que hay en el planeta viven en África, donde se encuentran los diez países más pobres del mundo: Níger, Etiopía, Mali, Burkina Faso, Burundi, Somalia, República Centroafricana, Liberia, Guinea, Sierra Leona, podíamos seguir. La pobreza es la verdadera "memoria de África", todo un mundo hundido en la miseria y en la violencia, olvidado por todos, no es exagerado decir que es la imagen de la "humanidad rota".

África es una realidad muy variada, multitud de culturas, etnias y voces, un mundo heterogéneo que cuenta con 55 países, entre ellos está Benín, será también uno de los más pobres del continente. Está situado en África Occidental, entre el Sahel y el Golfo de Guinea, con una superficie 112.622 km² y unos 9,3 millones de habitantes. La capital es Porto Novo, sede de la Asamblea Nacional con 267.000 habitantes, siendo Cotonou es la sede del Gobierno y la ciudad más poblada con 780.000 habitantes. Desde 1990 se constituye en una República parlamentaria presidencialista, se redacta una Constitución y se establece una democracia basada en la división de poderes y elecciones parlamentarias. Es un país en vías de desarrollo dependiente de la agricultura, sobre todo de la producción de algodón, pero no nos engañemos no es un país pobre, como muchos países africanos es un país empobrecido por los países más desarrollados. Posee yacimientos de petróleo, oro, mármol y piedra caliza explotados, principalmente, por empresas extranjeras pertenecientes a los países más ricos. La reducción de la pobreza es uno de los grandes desafíos del país, según el PNUD, se encontraba por debajo del umbral de la pobreza, pero debido naturaleza informal de las actividades económicas sobre todo del sector agrícola y con una falta de diversificación en la producción frenan su potencial de desarrollo. Presenta sólo un 33% de alfabetización, con una tasa de natalidad muy alta del 38,6 ?, una tasa de fecundidad de 5,49 hijos por mujer en edad fértil, una esperanza de vida de 59 años y una desnutrición estimada del 23% de niños menores de cinco años. Sin rubor se puede decir que es uno de los países más pobres del mundo, un pobre entre los pobres.

Un grupo de matrimonios de la Parroquia de la Purísima de Salamanca viene trabajando durante este último año para ayudar a mejorar un poco la situación de unos cuantos niños de Benín. Es cierto que no tenemos en nuestras manos las soluciones del mundo y de la pobreza, pero ante los problemas del mundo y de la pobreza, tenemos nuestras manos. El objetivo principal del grupo es construir un comedor para 200 niños dentro de un complejo educativo desarrollado por la Fondation Vie Pour Tous, creada beninés Teodoro Soumé. Teodoro es un sacerdote que se formó en Salamanca y Bilbao y que realizó sus prácticas pastorales en la Iglesia de la Purísima con los párrocos Fructuoso Mangas y José Manuel Hernández, allí conoció a la Maite Romero, entonces presidenta provincial de Manos Unidas. Maite falleció hace cinco años, el 25 de noviembre de 2010, Teodoro para honrar su memoria, ha querido  poner su nombre al comedor de niños del complejo educativo. Además de su labor como sacerdote en su país, está realizando una excelente labor en lucha contra la pobreza y la exclusión social sobre todo en las zonas rurales. Su fundación, en las que colaboran muchas personas de Benín con absoluta solvencia, ofrece una formación integral a niños y jóvenes del campo, asiste a niños y mujeres en situación de vulnerabilidad y ofrece una amplia asistencia sanitaria en zonas rurales y en situaciones difíciles.

Este grupo de matrimonios en el marco de la Parroquia, viene descubriendo desde hace años,  que la pobreza no es un asunto de mala suerte, sino resultado de unas estructuras políticas y económicas injustas. Ante esta situación vienen colaborando en Manos Unidas y Cáritas, no sólo desde el ver y juzgar, sino actuando en acciones concretas. Descubrir los males de nuestro mundo nos hace mover el corazón, sobre todo si los oprimidos y pobres sufren por las injusticias de los grandes desequilibrios de nuestras sociedades. El grupo viene luchando por un mundo más justo y por un cambio de esas estructuras desiguales, también conscientes de que los pobres no son incapaces para actuar, ellos saben mejor que nosotros qué hacer y cómo hacerlo, por eso quieren apoyar un proyecto realizado en Benín, que busca personas de buena voluntad para ayudar en sus proyectos. Para ello, se han empeñado sacar adelante, no sin dificultades, el comedor de niños que ayudarán no sólo en el desarrollo personal, sino del grupo y de la región. Hace unos meses, un miembro de grupo, José Santos, participó en una maratón solidaria en Madrid. Pero se realizan otras actividades los fines de semana, o cuando se tiene un hueco en el trabajo o la familia,  principalmente vender en un rastrillo solidario en diferentes lugares Salamanca, Alba de Tormes, Carbajosa, San Miguel. En él se venden diferentes cosas personales o bien realizadas por las buenas manos de Susana Sáez. Ahora el grupo ha preparado un concierto folk para completar el proyecto, ya que necesita con urgencia completar los fondos necesarios que todavía son importantes. Para ello cuenta  con la ayuda desinteresada de "Rosa María Folk y la Contrarronda", esperando contar también con ayuda de los vecinos de la ciudad de Salamanca, que tantas veces se han destacado por su solidaridad. El concierto se realizará este viertes, 16 de octubre a las 19:30 h, en el auditorio de Calatrava. Desde esta querida ciudad de Salamanca escuchamos el clamor de los necesitados como un imperativo elemental, desde estas páginas pedimos la ayuda y la solidaridad asistiendo al concierto o comprando una fila cero para ayudar a unos niños en su educación, víctimas de una situación injusta y así poder abrirles a la esperanza de un mundo con futuro y con más posibilidades dentro de su propio país. Gracias.

Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser

un instrumento de Dios para la liberación y promoción de los pobres?

atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo..

"He visto la aflicción de mi pueblo.., he escuchado el clamor ante sus opresores y conozco sus sufrimientos. He bajado para liberarlo?, ahora pues, ve, yo te envío" (Ex 3, 7-8, 10)

Francisco, Evangelii Gaudium: Exhortación Apostólica "La alegría del Evangelio"

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