Ya se convocaron las elecciones, y ya se han buscado, en votaciones internas, los candidatos, en todos, o prácticamente todos, los partidos, mientras que en el PP comienza el baile de "putillas" y "chaperines" que, dándose codazos, intentan colocar en las quinielas por los puestos, a su amigo, mentor o simplemente al que les hace caso. Ya comienzan los recorridos de "pequeñas" llorando por las esquinas y rogando al diosecillo de turno las ponga en una u otra lista, a la que nunca hubieran podido llegar de hacerse una elección libre y transparente.
Ya tenemos las medias verdades, las mentiras descaradas, el engaño, la retorcida falsedad de aquellos y aquellas que, como sepulcros blanqueados, se martirizan el pecho ante el sanedrín para irse en pos de las meretrices, o los sodomitas, en la oscuridad de su auténtico ser.
Se nos presenta un PP que quiere salvarnos de Podemos, de Ciudadanos, de Vox, de cualquier otro que se permita respirar y, como certificado de calidad, aportan que nos han sabido sacar de la crisis, olvidando que han asestado hachazos a diestro y siniestro, han engañado, mentido y traicionado todas y cada una de las promesas que nos hicieron, que hemos visto cómo nos arruinaban mientras ellos no se recortaban ni el flequillo y, ahora, cuando comenzamos a salir, a pesar de ellos, se apuntan el tanto. ¡Qué vergüenza¡
Creo que la derecha, el centro derecha, el sector liberal-conservador del espectro político de este país, no se merece semejantes ganapanes zurupetos que sacan pecho de economía con el dinero, el pan y la vida de los demás. Y, por eso, se echan en brazos de Ciudadanos, en la creencia de acercarse a lo suyo, sin observar que ellos mismos se definen de centro-izquierda.
La venta de oportunidad política que se abre en el sector liberal-conservador que no desea le vuelvan a traicionar es muy clara y sólo tiene un camino, el de aquellos que no son políticos profesionales, que son conscientes de venir a servir y no a servirse, que lo hacen como una actividad temporal, que son pequeños, locos y paracaidistas, pero son auténticos. No te preguntes si se puede, haz que se pueda.