"Leyendo a los colegas, que a diario envian a esta pagina, sus interesantes escritos. Observo que buen numero de ellos, se apoyan en el OTOÑO, en esa estación que al parecer cauitiva más que ninguna otra. Servidor, tampoco se reprime ante su influjo, y ha
Es el otoño la estación de los poetas; de aquellos que no podemos olvidar, de aquellos que nos dieron la fuerza de vivir, tal como la dan los frutos que reviven la estación otoñal, para unos la melancolía, para otros la alegría, de ver caer la lluvia sobre los árboles, como palabras que siempre acarician.
Hemos vivido otoños de ocres apagados, otoños que no te lucen. Hemos vivido otoños resplandecientes, de sueños de cristal de roca que están impregnados en la poesía y, en el alma. Es el otoño; que transcurrido su tiempo puede irse? Pero no de vacío. Algo ha dejado? Y entonces fue un otoño que valió la pena.
LA VIDA ES TIEMPO
El otoño: Parece ser esta estación "maldita" que, nada tiene que ver con la dulce primavera, el alegre y colorido verano; ni tan siquiera con el frió y nevado invierno, donde su bullicio navideño nos anuncia la llegada del nuevo año.
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El otoño: Nos produce melancolía, nos deprime al ver como se desnudan los árboles. Y como su vestido de hojas secas, se tornan volanderas, del solapado viento del averno, tal y como si nos anunciaran gélidos mensajes.
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El otoño: Nos torna más herméticos, susceptibles y desconsolados, cuando vemos como a hora temprana, la luz se va muriendo y nos llega la noche, con la espera de un acontecimiento, que en forma de varita mágica, nos lleve el cielo del nuevo día.
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El otoño: Tiene dos meses pesados, largos y cansinos, un Octubre y un Noviembre, que apenas producen alegrías, son más de tristeza y pesadumbre. Son ese remanso de tiempo, donde tan sólo los sobresaltos de la vida nos cambian un momento.
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El otoño: Nos agita en silencio con sentimientos tristes de añoranza, donde todo lo vivido ya es ausente y mueve sin remedio la esperanza. Atrás y lejos nos queda ese calor donde la sangre corre y se agolpa en el pecho, y el corazón salte contento.
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El otoño: También nos da razones donde se puede soñar, incluso, soñar despierto, y oír las voces que nos devuelve el viento. ¡Y, a veces el sueño nos trae voces de plata! ¡Y, nos susurra muy quedo! ¡Soy el otoño! ¡Y, cuando me vaya lo haré gritando! ¡Ya estoy aquí!... ¡Soy el invierno!...
Fermín González ? comentarista salamancartvaldia.