OPINIóN
Actualizado 03/10/2015
Soledad Murillo

Resulta admirable que alguien escriba un libro dirigido a atender temas prácticos, aquellos que realmente nos preocupan a todos. Y además con un título que pudiera parecer una contradicción por lo egoísta que se ha vuelto el dinero y los mercados cuando se trata de pensar en el bienestar de las personas. Por eso, su contenido es un gran acierto, se llama: La Economía del Bien Común, en la editorial Deusto.

Y asómbrense, su autor, un austriaco, Christian Felber, ha estado en Miranda de Azán y no por casualidad, sino porque éste fue pionero entre los municipios de nuestro país en llevar a la práctica esta propuesta. De hecho, ahora es su Ayuntamiento quien enseña a otros cómo implantar esta revolucionaria forma de pensar en una economía distinta. Les tengo que advertir que se trata de algo más importante que un libro, sus ideas han prendido en muchas personas e instituciones hasta crear un gran movimiento social con experiencia, de hecho comenzó en octubre de 2010. Muchísimos municipios de Europa lo han implantado, Austria, Alemania, Suiza y ahora España.

¿En qué se concreta esta nueva  economía? Para empezar no se trata de una mera declaración de intenciones, como es habitual en muchos Ayuntamientos, sino que en la Economía del Bien Común es preciso que exista un compromiso y una planificación que aborde al menos cinco actividades. La primera es saber qué entienden los ciudadanos como calidad de vida, y para ello el municipio empieza con un sondeo serio, no para buscar aplausos, sino ideas. Una vez redactado, se empieza a trabajar.

La segunda actividad es colaborar con otros municipios porque esto es parte del plan, no cabe competir entre quienes son vecinos, la rivalidad al contenedor, máxime cuando se comparte el territorio. Por esto, la tercera actividad utiliza todo el entorno, porque los municipios deberán conservar el medio ambiente, convertirlo en rutas de naturaleza, y además de ello, invertir en el bienestar de las personas. Un bienestar que requiere recursos y empleo. De ahí que la cuarta actividad radique en que las empresas que ofrezcan servicios y que, por supuesto, elijan ubicarse en municipios que adopten esta gestión de la economía.  A cambio, las Administraciones priorizarán la contratación pública de estas empresas, no como ocurre ahora, que la mayoría de los Ayuntamientos optan por aquellas empresas que sólo pujan a la baja. La quinta actividad será la presentación de proyectos novedosos a la Unión Europea que ya está trabajando en distintivos de Economía del Bien Común para que los municipios que lo quieran promover disfruten de ciertas ventajas fiscales, respecto de aquellos que no lo hacen. Los Municipios que lo logren tendrán unos símbolos, como los hoteles cuentan con estrellas en función de su calidad, aquí serán las semillas de dientes de león. Felicidades al Ayuntamiento de Miranda de Azán y, sobre todo, a quienes viven en un municipio con tantas ganas de futuro.     

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