El ramo era de espino, formado de melapios, rosquillas, y coronado con una granada. No se sabe exactamente cuál es el origen de este elemento, pues -en la comarca de Vitigudino- únicamente Bogajo mantiene el ramo como elemento tradicional de estas celebra
La fiesta de las Madrinas ha sido una de las tradiciones con más arraigo en nuestro pueblo, Bogajo. No sabemos exactamente desde cuantos años atrás se empezó a celebrar, pero deben ser muchos ya que todas las personas mayores del pueblo dicen haber conocido esta fiesta "toda la vida". En el año 1999 ?después de más de una treintena de años en el olvido? se recuperó esta festividad, siendo cuatro mujeres casadas Madrinas de la Virgen. Al año siguiente, el 2000, se volvían a celebrar las Madrinas, pero en este caso, del Niño, con cuatro mujeres solteras. Su continuidad perduró solo dos años más y algún que otro por camino hasta el actual 2015, que regresarán de nuevo el próximo mes de octubre.
Antiguamente, tanto la Virgen del Rosario, como el Niño, tenían sus mayordomas. La Mayordoma de la Virgen elegía al azar cuatro mujeres casadas para ser madrinas, al igual que en el caso del Niño, pero estas debían ser solteras. La elección de las madrinas era el secreto mejor guardado de las mayordomas y solo le hacían saber sus nombres al sacerdote para que este los hiciera público en la misa del cuarto domingo anterior a cada celebración.
El primer domingo de octubre se celebraban las madrinas de la Virgen, y el siguiente, las del Niño. Llegado el día, las madrinas eran acompañadas hasta la iglesia para oír misa colocadas cada una de ellas en una esquina de las andas. Por la tarde tenía lugar un nuevo acompañamiento de madrinas, que recogía la mayordoma al son del tamboril, ya vestidas de forma tradicional, con saya, mantilla, mantón de manila y collares. Cada una de ellas porta entre sus manos dos velas y una flor atadas con un lazo, imagen que permanece durante el Santo rosario, la procesión, el ofertorio, y la subasta de roscas y ramos que son ofrecidos a la Virgen o al Niño.
El ramo era de espino, formado de melapios, rosquillas, y coronado con una granada. No se sabe exactamente cuál es el origen de este elemento, pues -en la comarca de Vitigudino- únicamente Bogajo mantiene el ramo como elemento tradicional de estas celebraciones. Se puede entender que tanto melapios como granadas son frutas que maduran en este tiempo y, por tanto, fáciles de encontrar. Y en cuanto a las rosquillas, es de los pocos dulces que por su hueco central permite sujetarse a un palo. Es tan sólo una hipótesis, no hay datos concretos sobre este hecho.
Cada madrina ofrece una rosca y un ramo a la Virgen o al Niño para ser subastados. Acabada la subasta, se celebraba un convite en casa de cada madrina, que una vez terminado, eran invitadas por la mayordoma a su casa. La fiesta finalizaba al son del tamboril nuevamente, camino de la plaza para celebrar el baile.
Las madrinas en la actualidad
Ahora, debido a que no hay mayordomos/as, se ofrecen las mujeres de forma voluntaria para mantener estas celebraciones con la mayor similitud con el pasado. Se realizan los mismos ritos, el acompañamiento, los actos religiosos, las subastas, y el convite para todo el que quiera acudir, y todo para que esta tradición no se pierda y se mantenga en la medida de lo posible; pero especialmente teniendo en cuenta que, según todas las personas que conocieron aquellos años, esta fiesta era tanto o más que la celebración de San Juan, Patrón de Bogajo, especialmente por el número de personas que congregaba.
Este año, como novedad, la misa se hará en la ermita siempre que el tiempo no lo impida, pues después de al menos 30 años reabre sus puertas para este acontecimiento. No hay cuatro madrinas como antiguamente, o como cuando la que esto escribe tuvo la suerte de ser ?de aquello hace ya 15 años?, pero hay dos con muchas ganas e ilusión. En mi opinión, estas son dos actitudes necesarias y suficientes para emprender, continuar, y no perder esta tradición, porque? Si se quiere, se puede.
MARÍA DEL CARMEN BRAVO
DESPUÉS DE MÁS DE 30 AÑOS La ermita del Humilladero reabrirá sus puertas para recibir a la Virgen del Rosario BOGAJO | Entre los actos destacan la procesión hasta la iglesia, y la subasta de roscas y ramos, además de una actuación de canción española
Después de más de 30 años, la ermita del Santo Cristo del Humilladero volverá a reabrir sus puertas para celebrar las fiestas de las Madrinas en honor a la Virgen del Rosario. Si el tiempo no lo impide, Bogajo revivirá el próximo 11 de octubre el acompañamiento de las Madrinas bajo los sones del tamborilero de camino a la ermita, donde se celebrará una misa y la posterior procesión de regreso a la iglesia portando la imagen de la Virgen del Rosario. A continuación, la plaza será el nuevo escenario para la celebración del convite y en el que podrán participar todos los asistentes. Ya en la tarde, nuevo acompañamiento de las Madrinas a la iglesia para celebrar el Santo rosario, acto al que seguirá la tradicional subasta de roscas sobre el atrio de la iglesia y en el que brillarán los ramos de melapios y rosquillas coronados por una granada. Concluidos los actos religiosos, el público podrá asistir a una actuación de canción española a cargo del cantante de copla Antonio Bonal. Estos actos son realizados por el Ayuntamiento en colaboración con las Madrinas. Teatro el día 17 El fin a estas celebraciones llegará el sábado 17 de octubre con la representación de la obra de teatro Teresa, la jardinera de la luz a cargo del grupo Lazarillo de Tormes, de la ONCE. El escenario será la iglesia parroquial, un marco idóneo para dar vida a una de las figuras más representativas de la fe cristiana y que este año cumple el quinto centenario de su nacimiento. La representación dará comienzo a las 19.00 horas. |