Los resultados estaban cantados. Nuestros compatriotas catalanes han hecho gala de un carácter dividido, que aún dando a Juntos por el Sí (junts pel sÍ) la victoria, no han querido que la malgama de partidos independentistas consiguieran gobernar en mayoría absoluta.
Lástima me da el futuro de mis coterráneos, que engañados, han creído que la región catalana se puede gobernar con una unión de extremas derechas y extremas izquierdas. ¿No aprendieron con el tripartito?
Los socialistos del PSOE, con su doble juego de sacar una bandera Española detrás de Pedro Sánchez mientras su representante del PSC hacía mención de un Estado Catalán, y los blanditos del PP, han conseguido que sus votantes re-direccionaran el voto hacia otros partidos que les inspiran más confianza.
Lo que podemos sacar en claro es que todo está cambiando, en mi opinión, para mal. Tendremos que observar atentamente lo que suceda en las elecciones nacionales, y en el caso probable que gane la coalición siniestra de PSOE-PODEMOS, los cuales llevan en sus carteras el cambio de la Constitución para que se reconozca la singularidad de Cataluña, nos encontraremos con un debacle nacional de magnitudes insospechadas. Ya lo dijo Alfonso Guerra: "A España no la va a reconocer ni la madre que la parió".
Como apunte diré, que tiene guasa la cosa, que en votos, nuestros hermanos catalanes han preferido no apoyar la vorágine independentista justo?.. por el 3%.