OPINIóN
Actualizado 23/09/2015
Juan Antonio Mateos Pérez

"La Biblia es la más hermosa historia de amor, una manifestación progresiva del misterio de Dios, una palabra que nos interpela y que espera nuestra respuesta?"

A José Manuel Hernández Sánchez por pasión de Dios a través de la Palabra.

 

El mes de septiembre la Iglesia celebra el mes de la Biblia, sobre todo en América, en recuerdo de aquel 26 de septiembre de 1569 que se terminó de imprimir la primera Biblia en Español. En nuestra Diócesis es un momento que marca el inicio de curso, viene precedido por la "Semana de Pastoral", con el lema de esta año "Id al mundo entero y predicar el Evangelio" (Mc 16, 15). El curso se inicia en plena Asamblea Diocesana, que comienza su segundo tiempo, titulado "Tiempo de Soñar", dedicado a la tarea de "renovación Pastoral" en nuestra Diócesis. El curso y el mes de la Biblia, son la antesala del año Jubilar de la Misericordia convocado por el Papa Francisco para el 8 de diciembre, pensando ya en ese momento, la Diócesis ha convocado una celebración penitencial diocesana en la iglesia de San Esteban (PP. Dominicos), el viernes 25 de septiembre, a las 20.00 horas.

Recuerdo aquellas palabras que escribía Victor Hugo, caminando entre Atenas y Jerusalén, en su obra el prefacio a Odas y Baladas, sólo dos libros se han de estudiar, Homero y la Biblia?en un cierto modo contienen toda la creación, en Homero a través del genio del hombre, en la Biblia a través del espíritu de Dios. La Biblia es el libro del Pueblo de Dios, ha nacido y crecido con él en cada generación de creyentes, en este libro ha expresado su identidad más profunda, así como su razón para volver a empezar, para cumplir en cada momento su pertenencia a Dios. Ahora también nos afecta, así nos lo recuerda el Concilio Vaticano II, la vida entera del pueblo de Dios, ha de estar animada por la Escritura.

La palabra Biblia viene del Griego, que literalmente significa "los libros santos". Por un lado desborda lo literario y humano, entra en el ámbito de lo sagrado o lo santo, es también palabra y escritura de Dios. Por otro lado, no es un libro, en origen la palabra está en plural, es una biblioteca compuesta por 73 libros, sólo el Nuevo Testamento comprende 27 libros. Son una colección de escritos muy diversos, narraciones religiosas, relatos históricos, poemas, relatos populares, crónicas, cartas, normas legislativas, refranes, etc., toda una auténtica biblioteca.

Los textos se escribieron originalmente en hebreo y griego, con algunos pasajes en arameo. El hebreo era una lengua muy antigua, ya usada por los cananeos que ocupaban el país antes que surgiera Israel en torno al siglo XII a. C., en esta lengua se escribirán casi todos los libros del Antiguo Testamento. La deportación de la clase dirigente a Babilonia donde se hablaba arameo, marca el inicio de la escritura en arameo, el pueblo persa lo impone como lengua oficial y se convertirá en el lenguaje del pueblo. En arameo se escribirán libros como Daniel y Esdras, además de alguna frase suelta. Por último, con la llegada a Asia de Alejandro Magno aparece el fenómeno de la "helenización", principalmente en las ciudades, con el uso de la lengua griega. En griego está escrito todo el Nuevo Testamento y algunos del Antiguo Testamento, los llamados deuterocanónicos, o apócrifos según la denominación protestante, ya que no están incluidos en el canon de la Biblia hebrea.

El Antiguo Testamento en el siglo III a. C., fue traducido al griego en Alejandría. Esta traducción, es llamada de "los setenta" LXX, debido a los setenta sabios según la leyenda que tradujeron el texto hebreo al griego, aunque no es la única, hay otras traducciones griegas antiguas: Aquila, Símaco, Teodoción, etc. Su alcance cultural fue enorme, ya que esa versión fue la que habría de ser usada y difundida por los primeros cristianos, con ella entrará en Occidente la espiritualidad del mundo hebreo. Hoy la Biblia griega sigue siendo la Biblia de la Iglesia ortodoxa, también lo fue de la Iglesia de Occidente, hasta que fue reemplazada por la Vetus Latina y después por la Vulgata, o versión vulgarizada, realizada por San Jerónimo entre los siglos IV y V. En este formato se leyó la Biblia durante toda la Edad Media, hasta que se realizaron las traducciones a las lenguas romances.

La Biblia no es la obra de un único autor, ni de un solo escenario geográfico e histórico, ni tampoco de un tiempo reducido de composición, como hemos comentado es una gran biblioteca muy variada y diversa. Es la aventura de fe de cientos de creyentes de diferentes lugares y culturas, intereses y lenguajes, que expresan su fe en diferentes formatos literarios y,  en constante evolución histórica, con una relación singular con Dios. También hoy,  un creyente actual que lee la Biblia, hace nacer en él la misma pasión por Dios y por el hombre. Le hace mirar y comprender su propia vida cotidiana con los ojos de Israel, con los ojos de Jesús, en esa mirada, el creyente descubre que Dios sigue actuando y sigue hablando sin cesar.

En los últimos años, sobre todo desde el Concilio Vaticano II, la Palabra ha recuperado entre los cristianos actuales un puesto central, han florecido números cursos y escuelas bíblicas, así como encuentros diocesanos y parroquiales. La Biblia anima la liturgia, es un libro de la comunidad esencial para celebrar la fe; es básica en la catequesis y la evangelización, como elemento fundamental para la transmisión la vivencia y la profundización de la fe; es un pozo espiritual y fecundo en la oración personal de los creyentes y no menos importante para la vida cotidiana y el compromiso personal.

Numerosos creyentes, jóvenes y adultos hambrientos se acercan al pan de la Palabra con deseos de vivir y compartir sus experiencias de fe y transmitir sus vivencias a todos aquellos que les rodean. No sólo se estudia en la Universidad Pontificia o en le Escuela de Teología de San Esteban, también con rigor y en profundidad se viene trabajando desde hace años en numerosas parroquias de la ciudad. Quisiera nombrar a la más conocida por mí, y en la que yo di los primeros pasos en la fe y en la Palabra: La Parroquia de la Purísima. A sus reuniones catequéticas de "Introducción a la Biblia", asisten más de seiscientas personas que se reúnen en diferentes grupos a lo largo de la semana, una experiencia de más de treinta cuatro años donde, ha se ha venido profundizando con seriedad en la Biblia. A través de ella, animando a su estudio y a descubrir tras sus líneas el misterio de Dios, para ser alimento en la fe personal y de la comunidad. Toda una aventura para muchos creyentes que tras el arco iris multicolor de sus palabras y de sus textos, han descubierto la profunda la voz de Dios, que rompe el silencio de su misterio en medio de las fatigas y las alegrías de cada día.

 Por el río del ritmo de las palabras,

transcienden su inmediato ser sonoro?

J. Guillén, declaración final del poema Perfección del Círculo

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Elogio de la Palabra