El partido de baloncesto de la selección española contra Francia el otro día fue un espectáculo de emociones, equipo, liderazgo y fe en el triunfo. Pase lo que pase esta tarde este equipo es un ejemplo para los jóvenes deportistas de cualquier ámbito.
Mis hijas juegan las tres a baloncesto y yo he jugado y sigo jugando. Los deportes de equipo además de mantener a los niños y jóvenes en buena forma física y ser saludables, les educa su tolerancia a la frustración.
Respecto a los deportes individuales que trabajan también la forma física y la superación personal, un deporte de equipo te da un rol y una responsabilidad con los demás. Tienes que aceptar formar parte del banquillo y no salir de titular, y gestionar tanto los triunfos como las derrotas.
El deporte permite una educación en caliente, es decir ayuda al autocontrol en un momento de pasión y tensión máxima.
Ponernos al límite emocional y de esfuerzo en algo intranscendente como el deporte, nos permite elaborar herramientas para momentos tensos en familia o para prepararse para un examen de selectividad, etc.
En mi caso estoy intentando traer a Salamanca el " Street Basket" que tanto éxito tiene en Estados Unidos como elemento para integración para chicos de la calle. Pero en España está el dios fútbol, en Santiago Uno hemos ganado campeonatos de fútbol sala, pero en baloncesto somos un desastre. El baloncesto requiere más normas y habilidades técnicas, hasta que no sabes entrar y la mecánica de tiro, no te diviertes.Después te permite más contacto, más nobleza, más descargar tensiones, etc. El baloncesto o el rugby son muy importantes y tienen grandes equipos e España, pero lo mediático es el fútbol.
En un deporte de equipo como el baloncesto es imposible no alabar el partidazo de Pau Gasol el día de Francia. Eso sí que fue una lección de coaching, de echarse el equipo a la espalda, de realismo y a la vez de humildad, el apoyo a sus compañeros cuando están mal, el no rendirse cuando parece imposible y luchar hasta el final. No dejarse influenciar por las injusticias de los árbitros e incluso usarlas a favor.
No quiero dar tanta importancia a un deporte cuando hay tragedias que resolver en el mundo. Pero Pau Gasol también se ha pronunciado respecto a los niños sirios y utiliza sus imagen para promover justicia social. Para mí se ha colgado ya la medalla de héroe y aunque suene ridículo me compraré su camiseta para mí y mis hijas.