Portugal: ¿Elecciones invisibles en España?

Aunque en las últimas semanas la atención mediática se está centrando casi en exclusiva en las elecciones catalanas o en la huida de los refugiados sirios hacia Europa, lo cierto es que el próximo 4 de octubre habrá un acontecimiento político que, por cercanía, debería requerir parte de nuestra atención. Este no es otro que la celebración de elecciones legislativas en Portugal, de las cuales saldrá un nuevo parlamento que, posiblemente, acarreará un cambio de color en el ejecutivo del país vecino.

En estos comicios, pese a que están llamados a ser una lucha entre el conservador Passos Coelho y el socialista Costa por la presidencia del gobierno, tendrán mucho que decir la CDU de Sousa y el BE de Martins, formaciones estas últimas en la órbita comunista que serán las que tengan capacidad de romper la falta de mayorías que prevén los sondeos.

Y es que las encuestas muestran un empate técnico entre el Partido Socialista (PS) de Antonio Costa y la coalición "Portugal á Frente" del primer ministro Pedro Passos Coelho (formada por el Partido Social Demócrata (PSD) y el Partido do Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP)), que se situarían en torno al 35% del voto. Como tercera fuerza en discordia estaría la Coligação Democrática Unitária (CDU), coalición electoral encabezada por el Partido Comunista Portugués (PCP) y formada también por el Partido Ecologista-Os Verdes (PEV), que situaría su intención de voto en torno al 10%, por encima del Bloco de Esquerda (BE), en torno al 5%.

En todo caso, lo que sí parecen señalar las encuestas es que los severos recortes llevados a cabo por el gobierno de Passos Coelho le van a proporcionar un duro revés en las urnas en comparación a las últimas elecciones legislativas. Y es que, en 2011, la suma de los votos de las dos formaciones que forman su candidatura (PSD y CDS-PP) sumaron el 50'4% de los votos, muy por debajo de la horquilla entre 33% y 39% que le otorgan los sondeos actualmente. Este desplome de las fuerzas de derecha en Portugal habría tenido un claro beneficiario, el centro izquierda del Partido Socialista (PS), que del 28'1% que obtuvo en 2011 pasaría a lograr entre el 33% y 38% según las encuestas.

En cuanto a las fuerzas minoritarias, la coalición comunista-ecologista de la CDU parece que aumentará sus apoyos, y del 7'9% logrado en 2011 pasará a obtener entre un 10% o un 11% de los votos según todas las encuestas a excepción de las de Aximage. El Bloco de Esquerda (BE), por su parte, puede empeorar ligeramente sus resultados pero situándose, en todo caso, cerca del 5'2% que obtuvo en 2011.

Mucho más lejos se situarían ya las siguientes fuerzas, que están llamadas a ser extraparlamentarias, y que estarían encabezadas por el liberal Partido Democrático Republicano (PDR) y la izquierda ecologista de LIVRE/Tempo de Avançar (L/TDA), a quienes las últimas encuestas sitúan en torno al 2% y el 1'5% respectivamente. Resulta curioso, no obstante, que ninguno de los sondeos recoja la opción del ecologista Movimento Partido da Terra (MPT), que obtuvo un 7'2% y dos eurodiputados en las europeas de 2014, aunque parece que se quedará fuera del parlamento portugués.

En todo caso, el sistema electoral portugués, con un importante número de circunscripciones pequeñas, favorece el reparto de escaños entre los dos grandes partidos en buena parte de las mismas. Así, los distritos de Bragança y Guarda, fronterizos con la provincia de Salamanca, elegirán 3 y 4 diputados respectivamente, hecho que se repetirá en Beja (3), Évora (3) y Castelo Branco (4), mientras que apenas se escogerán 2 en los distritos de Portalegre, "Europa" (los portugueses emigrados a otros países europeos) y "Resto do mundo" (los portugueses emigrados en el extranjero fuera de Europa). De este modo, para el Bloco de Esquerda (BE), el más minoritario de los que parece obtendrán representación, estos distritos parecen estar vetados de cara a lograr diputados, que obtendrá mayoritariamente en Lisboa (47) y Oporto (39), aunque también pueden ser proclives para ello los distritos de Braga (19), Setúbal (18), Aveiro (16) y Leiria (10). De hecho, en las pasadas elecciones, esta formación apenas pudo lograr representación por Lisboa, Oporto, Setúbal, Aveiro y Faro, todos distritos que elegían 9 o más diputados.

En cuanto a la CDU, sus diputados los obtuvo por Beja, Braga, Évora, Faro, Lisboa, Oporto, Santarém y Setúbal, distritos todos ellos por encima de los 9 diputados a elegir a excepción de Beja y Évora, en los que la fuerza de la coalición comunista en estos distritos conllevó que no le afectase el escaso número de representantes (3) elegidos en los mismos, pues obtuvo un 25'4% del voto en Beja y un 22'0% en Évora, situándose en Beja como segunda fuerza tras el PS. No obstante, el reducido tamaño del distrito de Portalegre le privó de obtener representación en el mismo a pesar de que tuvo un notable resultado (12'8%).

Centrándonos en los dos distritos fronterizos con Salamanca, hace cuatro años los partidos que componen la actual coalición gubernamental (PSD y CDS-PP) fueron mayoritarios tanto en Bragança como en Guarda. Así, en el distrito braganzano lograron un 63'2% del voto (52'1% PSD y 11'1% CDS), obteniendo un 57'5% en Guarda (46'3% PSD y 11'2% CDS), muy por encima en el caso del PSD de los resultados obtenidos como media nacional (38'7%).

Puede observarse, en este caso, una amplia diferencia respecto a la media portuguesa en el apoyo a la principal fuerza de derechas (PSD), mucho más mayoritaria en Bragança y Guarda, así como un apoyo mucho menor a las opciones de izquierda propiamente dicha (CDU y BE). Estas características también se dan en los distritos de Vila-Real (fronterizo con Orense), Viana do Castelo (fronterizo con Pontevedra), Aveiro, Leiria, Viseu o los dos archipiélagos (Açores y Madeira), y contrastan con la radiografía electoral del distrito de Setúbal, que agrupa buena parte de la periferia obrera lisboeta, en el que el PSD estuvo más de diez puntos por debajo que su media nacional y el PS fue la fuerza más votada, aunque también por debajo de su media, debido a la pujanza del comunismo en este distrito, pues si bien la CDU del Partido Comunista Portugués obtuvo el 19'6% del voto, si a ésta sumásemos los resultados de las otras dos principales fuerzas de corte comunista (BE y PCTP), éstas alcanzarían el 28'2% del voto en este distrito, por encima de los resultados de PS y PSD.

Asimismo, los resultados de los dos distritos del Alentejo (Beja y Évora), lindantes con el de Setúbal, irían en este mismo sentido, con el PS como primera fuerza y un PSD más de diez puntos por debajo de la media portuguesa, siendo incluso superado por la CDU en Beja. Al igual que en Setúbal, la fuerza del comunismo en estos distritos fue notoria, sumando sus tres principales formaciones un 33'2% en Beja y un 29'0% en Évora.

En todo caso, a nivel nacional, las elecciones del 4 de octubre en Portugal antojan un panorama de minorías, en que el partido que más diputados obtenga lo hará sin mayoría absoluta, precisando del apoyo de una tercera fuerza. Es casi seguro que el hemiciclo portugués estará formado por cuatro partidos o coaliciones parlamentarias, con un partido de derechas (la coalición PSD-CDS-PP) y tres orientadas a la izquierda, una en el centro izquierda (PS) y dos en la izquierda propiamente dicha (CDU y BE). Este último hecho será crucial de cara al nombramiento de un nuevo primer ministro y la consiguiente formación de gobierno, pues ante el empate técnico entre PSD-CDS-PP y el Partido Socialista, parece que la balanza se acabará decantando del lado del PS, pues un matrimonio entre Passos Coelho y el comunismo se antoja totalmente imposible.

Sea como fuere, y salga el resultado que salga de las urnas portuguesas el día 4, todo parece indicar que a la mayoría de los españoles les seguirá importando más bien poco lo que ocurra en el vecino del oeste, a quien sólo se atiende cuando tiene un problema muy grave que creemos puede afectarnos, y no por solidaridad, sino por miedo a que tenga efectos sobre nosotros, esto es, por puro y simple egoísmo. Y es que a Portugal, que más que hermano es hijo nuestro (no hay que olvidar que nació tras independizarse del Reino de León en el siglo XII), seguimos tratándole con la más despreciable de las insolencias, mirándole por encima del hombro, como si en estas arribes nuestras importase mucho a qué lado de la raya nos encontramos, pues la principal diferencia que se observa es que unos emigran a Oporto y otros a Madrid. En todo caso, pase lo que pase el 4 de octubre, podremos seguir uniéndonos a nuestros irmãos da Raia a gritar eso de ¡Força Portugal!