Todavía resulta casi imperceptible el repliegue de los invertebrados. Algunos, incluso, nacen en estos días, como sucede con una de las mariposas más espectaculares de nuestros montes, la vulcana, que tendrá tiempo de viajar hacia el Norte antes de que el frío la inmovilice o la mate.
Capricho viajero que rompe la norma: esa que impulsa hacia el Sur a decenas de millones de aves de todo nuestro continente. Sin embargo, un ser infinitamente más frágil como esas vanessas atalantas, pone rumbo al centro de Europa tras nacer en nuestras montañas. Antes cumplirá con el apareamiento y puesta, la segunda del año. Vuelan también algunas otras mariposas como colías, canelas estriadas,. chupaleches, sátiro moreno, ajedrezada..; Pero todavía son mucho más frecuentes las heteroceros, es decir las mariposas nocturnas. Cualquier luz en el campo se puede convertir en una amplia convocatoria de estos lepidópteros... Decenas de especies parecen atropellarse en la confusión. Algunas variedades de saltamontes, por su parte, aprovechan el momento para inyectar en el suelo sus centenarias puestas. La mayoría nacerán seis o siete meses más tarde.
Un amorío dramático acontece en estas jornadas. La mantis religiosa a menudo devora al macho consorte mientras se celebra la cópula. Nadie sabe de entrega sexual más completa que la de estos machos, alimento de sus esposas y de su descendencia.