El cronista Gumán Poma de Ayala dirá de él que fue "muy cristiano, justiciero, amigo de faboreser a los pobres yndios y principales deste rreyno"
Monseñor Fernando de Mendoza González, SJ. Natural de Torrecilla de Cameros (La Rioja) en 1562, se doctoró en Teología en la Universidad de Salamanca y fue maestro en los colegios jesuíticos de Segovia y Ávila.
En 1591 pidió la exclaustración al general P. Claudio Aquaviva pero no se la concedió por no hallar causas suficientes. Profesor de latín en Medina del Campo y Monforte de Lemos, gozó de la amistad de los condes de Lemos. Aunque en 1603 el General de la Compañía le concede las dimisorias para dejar la Orden, el Papa Paulo V en un Breve le exigía que si quería vivir establemente en una casa jesuita de todos modos dependería de sus superiores. Fue preconizado obispo por Paulo V el 12 de enero de 1609 Obispo de Cuzco. Aunque el historiador A. Egaña le tilda de "paranoico inconforme como obispo fue ejemplar y fervoroso", Enrique Fernández le califica como "excelente obispo, celoso promotor de la instrucción del clero y del desarrollo del seminario". Gran limosnero, especialmente para los jesuitas y las monjas de santa Catalina, vivió pobremente; murió el 23 de enero de 1617 y fue sepultado en la iglesia de la Compañía que tanto favoreció.
El cronista F. Guamán Poma de Ayala, que redactó justamente su obra cuando Mendoza fungió como obispo y más bien parco en los elogios le considera muy cristiano y caritativo:
SV S[EÑORÍ]A, DON SEBASTIÁN DE Mendoza, obispo de la gran ciudad y cauesa del Cuzco, muy cristiano, justiciero, amigo de faboreser a los pobres yndios y principales deste rreyno" (Dibujo 273; nota 696 [710]