Anunciaba el señor Montoro hace unas semanas a bombo y platillo unos Presupuestos Generales que nacen muertos, creados con el único fin de amordazar al próximo gobierno del cambio. Lo que aplaudía la bancada popular en ese baile de cifras, entre otras desvergüenzas, era un recorte del 21,7% en el gasto en prestaciones por desempleo.
Esta semana hemos conocido de nuevo los datos de empleo relativos a la provincia de Salamanca que nos confrontan con la siguiente realidad. Según la EPA en nuestra provincia hay más de 9.000 familias con todos sus miembros en el paro, 1,7 millones de familias en toda España. Los datos nos dicen también que unas 16.000 personas en nuestra provincia han quedado totalmente desprotegidas sin ningún tipo de prestación por desempleo.
Cifras, baile de números sin cuerpo que pasan por las manos de los adictos a la macroeconomía usados para crear un espejismo de manipulación en el desierto que repite como un autómata: estamos mejorando, estamos mejorando.
¿Se ha preguntado, señor Montoro y cuadrilleros del PP en Salamanca y provincia, de qué viven las familias salmantinas a las que su Gobierno, incapaz de gestionar nada, ha dejado en la calle? ¿Se han preguntado los esfuerzos que está haciendo el "tejido informal", familia extensa, amigos, parejas, hijos, para sostener en mitad de este abandono, las condiciones mínimas de una vida digna? Raquíticas pensiones de viudedad manteniendo a hijos y nietos, treintañeros y cuarentañeros devueltos al seno familiar por imposibilidad de mantener un proyecto de vida autónomo, abuelos y abuelas con su descanso robado obligados a seguir manteniendo a la familia con su pensión.
¿Qué están aplaudiendo, señorías? Cuando se paseen por Agromaq, cuando en las próximas semanas festivas les veamos proclamando bondades y laudos, ¿de qué provincia están hablando?, ¿de qué realidad paralela proceden? Está la gente de mi provincia soportando castellanamente, de puertas para adentro, sin aspavientos, con los dientes apretados, el abandono permanente en el que coloca el austericidio popular a Salamanca.
9.000 familias salmantinas con hijos e hijas con todos sus miembros en el paro. Al presidente imputado del Partido Popular en Salamanca, Javier Iglesias, qué le importa. Al reacomodado Mañueco no le quitan el sueño. A qué vinieron a la política, caballeros, no tienen respuesta alguna, ni conciencia de la dignidad de esta tierra. 9.000 familias en el paro y ustedes de vino en vino como si Salamanca fuese su coto de caza para privatizar.