Diosa
Sinuoso cuerpo de mármol y leche envuelto en tul transparente, grácil, frágil.
Naciste para siempre, eterno beso de joven enamorada. El abrazo de piedra se torna templado al viento de poniente.
Tu escultor no te quiso sólo para él, ¡te regaló!
Vives aún a la orilla del Sena y en la noche escapas a mi alcoba, impasible, serena, hermosa.
Algunos verán en ti su futuro, como yo.
Eros y Psique. 1786-93. Antonio Cánova.
¿Sabes una cosa?