ALDEADAVILA | Un caballista y un aficionado que participaba en el festejo resultaron heridos y fueron trasladados en ambulancia a un hospital de la capital
Accidentado último encierro de las Fiestas del Toro de Aldeadávila, festejo en el que se corrieron cuatro novillos de la ganadería de Raquel Rodríguez 'Valrubio' y en el que resultaron heridos un caballista y un aficionado, ambos trasladados en ambulancia a un hospital de la capital, aunque en principio las dolencias que mostraron no parecían revestir gravedad.
El suceso tuvo lugar a escasos metros de la plaza cuando una yegua que montaba uno de los caballistas resbaló al irrumpir un corredor por delante y cayó el jinete al suelo, quedando inconsciente en ese momento. Al mismo tiempo, la caída del equino motivó que arrollara a un aficionado que participaba en el encierro, provocándole distintas contusiones. Tras ser atendidos en primera instancia en el centro de salud, ambos fueron trasladados al hospital, el caballista ya consciente y aquejado de un fuerte dolor en la zona vertical por debajo del cuello.
Al margen de este incidente, el encierro discurrió tranquilo en el tramo entre el 'prao' del Rocoso y la entrada al casco urbano. Fue a partir de ese momento en el que los caballistas imprimieron una mayor velocidad a la manada, lo que al final provocaría varias caídas de corredores en el último tramo.
Para esta tarde el espectáculo está asegurado. A los novillos de Valrubio se suman los novilleros José Cabrera y Alberto Pozo, ambos magníficos banderilleros.
Y ya en la noche, para despedir 'San Bartolo', entierro de la sardina y macrofiesta con disco-móvil.
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