OPINIóN
Actualizado 19/08/2015
Emilio Pérez

Comienza un día cualquiera, con sus planes, sus horarios, sus proyectos inmediatos, sus rutinas, sus buenas intenciones y las ganas de que nuevamente pueda terminar la jornada con la satisfacción del deber cumplido y el objetivo de haberse sentido en algún momento una buena persona.

En su consulta, en su despacho, frente a su ordenador, detrás del mostrador, ante el público, los pacientes o los clientes que esperan su sonrisa y su dedicación.

Con la disposición de que sea un día especial, de que sea un día pleno de satisfacciones, donde va a querer compartir con los suyos los momentos de su vida y de su día a día en los que buscar el descanso, la reflexión, el consejo, las risas y el apoyo necesario para seguir haciendo bien su trabajo y sabiendo que acierta en sus decisiones y en sus conflictos cotidianos en los que siente inseguridad.

Esperando la recompensa de los suyos, el agradecimiento inesperado de los que valoran su trabajo y su dedicación, su predisposición y ofrecimiento a quien la necesite, porque forma parte de un sistema,  de una complicada colmena humana que no está exenta de riesgo y trampas que sortear, de un contexto social que le muestra respeto, que le permite el acomodo laboral, que le permite igualarse con sus semejantes.

Y en estos cuatro párrafos, en que nos distinguimos y qué más da que sea hombre o mujer quien haya comenzado este día.

¿Y porqué ella tiene que demostrar siempre un poco más de su capacidad?, ¿porque ella siempre tiene que luchar con el  "techo de cristal" contra el que se encuentra?, ¿porque su capacidad de promoción siempre es más reducida y limitada?, ¿porque es a ella a la que siempre más le condiciona su vida familiar?, ¿porque siempre es ella la que asume con más frecuencia las cargas familiares, el cuidado, la protección de los más débiles?, ¿por qué su trabajo suele ser el de menos cualificación?, ¿por qué las estadísticas siempre hablan de que sus salarios son siempre más bajos y la "brecha salarial" cada vez es más amplia?, ¿por qué se empeñan en evitar que sea dueña de su cuerpo?

Si un día cualquiera comienza igual para todas las personas, si jugamos el mismo papel en la sociedad, si tenemos objetivos, proyectos y sueños comunes y semejantes, ¿por qué es tan difícil la igualdad?

Porque no debemos dejar que un nuevo día termine aumentado la discriminación, la desigualdad, la desprotección, el aislamiento, la exclusión de nadie, sea cual sea su condición y género.

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